Los jóvenes españoles no están preparados para trabajar con datos. De hecho son los segundos peor preparados del mundo según concluye el Índice de Alfabetización de Datos elaborado por Qlik y la escuela de negocios Wharton de la Universidad de Pensilvania.
El talento joven español, reñido con los datos
El informe determina que solo el 3,7% de los jóvenes españoles de entre 16 y 24 años es capaz de entender, analizar y trabajar con datos, superando únicamente a los de Singapur (3,2%) y muy por detrás de los indios, que lideran el ranking (47,2%), y de otros países europeos, como Suecia (17,3%), el Reino Unido (16,9%) o Francia (10,3%).
Los jóvenes tienen casi el triple de probabilidades que los adultos de estar desempleados, de realizar trabajos de baja calidad y de enfrentarse a desigualdades en el mercado laboral.
Eso según las Naciones Unidas, que este 15 de julio celebra el Día Mundial de las Habilidades de la Juventud para concienciar sobre la importancia del desarrollo profesional de los jóvenes y ayudarles a incorporarse exitosamente al mercado laboral.
Por otra parte, el estudio también recoge que el 20,6% de los jóvenes españoles afirma tener dificultades para entender los datos que les rodean en su vida cotidiana. Por por ejemplo:
- El 15% afirma tener problemas para comprender datos procedentes de las noticias
- El 28% de la política
- El 26% para entender datos bancarios
Estas cifras, junto con la baja tasa de alfabetización de datos nacional, sugieren una baja concienciación entre la juventud española de la importancia que los datos cobrarán en sus carreras profesionales.
Finalmente, el porcentaje de jóvenes españoles que se siente abrumados por los datos en su entorno laboral es del 44%.
Según Rafael Quintana, Regional Director de Qlik en España y Portugal, “la digitalización está transformando cómo trabajan las empresas, que deben gestionar un volumen de datos cada vez mayor mediante tecnologías de aprendizaje automático, inteligencia artificial y analítica avanzada”. Añade que esta transformación propicia la aparición de nuevos roles profesionales centrados en el pensamiento analítico y crítico y la desaparición de otros basados en la introducción manual de datos y tareas repetitivas. “Es importante que los jóvenes sean conscientes de la importancia que los datos tendrán para ellos si quieren estar preparados para el nuevo entorno profesional”, concluye.