Los consumidores europeos han visto afectados sus patrones de compra durante la pandemia del COVID-19. Al igual que en España, donde el comercio online ha sido el gran protagonista, el resto de países también ha notado estos cambios en sus economías.
El gasto general de los ciudadanos europeos se ha visto frecuentemente castigado, sin embargo existen amplias diferencias entre los distintos países. Los consumidores portugueses y los belgas son los que más han aumentado su gasto, según los datos de las encuestas de McKinsey&Company, realizadas a principios de mayo.
El gasto de los consumidores en Suecia y Países Bajos se mantiene estable
Más de un tercio de los consumidores en Portugal (38%) y Bélgica (35%) aseguraron haber aumentado su gasto en las últimas dos semanas. Además estos dos países fueron los únicos que registraron mayor incremento de gasto que decrecimiento.
En cuanto a los países que más estable mantuvieron el gasto de sus consumidores fueron Suecia (60%) y Países Bajos (52%). Por el contrario, alrededor de la mitad de los consumidores del Reino Unido (49%), Francia (48%) y Suiza (47%) aseguraron haber reducido sus gastos durante ese periodo de tiempo.
La electrónica, los productos del hogar, la moda y los cosméticos fueron las categorías más afectadas.
En cuanto a las previsiones para el gasto en el futuro (próximas dos semanas en el momento de hacer el estudio), coincidiendo con la relajación de las medidas de aislamiento y la reapertura de establecimientos comerciales en muchos de estos países, los datos varían. Portugal y Bélgica se siguen manteniendo como los países cuyos consumidores prevén gastar más, con un 31% y 25% respectivamente. En el caso de España (30%), Francia (29%) y Reino Unido (29%) su población sufre los mayores recortes en su gasto en el mismo periodo de tiempo.
Los datos, aunque no son especialmente alentadores, auguran un repunte en el gasto en todos los países que, aunque no será muy superior, sí se mantendrá estable. En todos se supera el 50% de consumidores que mantendrán su gasto, mientras que las cifras de decrecimiento se reducen suavemente.
Suecia parece ser el país cuya economía se ha visto menos afectada por la pandemia, ya que el porcentaje de consumidores que han mantenido su gasto, tanto antes como después, es el mayor de todos.