Iberdrola actualiza su logotipo con cambios menores y buscando reforzar su vinculación a la sostenibilidad

  • El nuevo diseño unificará la imagen corporativa en todos los países en los que opera la compañía
  • El imagotipo conserva las tres hojas de colores, pero introduce el uso de minúsculas en el texto

Iberdrola ha presentado la actualización de su logotipo e identidad visual, basada en la que ha mostrado en los últimos años y con la que busca unificar su imagen corporativa en todos los mercados en los que opera. La renovación está orientada a seguir afianzando los valores de sostenibilidad, innovación y compromiso con la sociedad que asegura posee la energética. 

El rediseño ha buscado la simplificación pensando en el ecosistema digital

La evolución de la identidad responde a una necesidad de adaptación a un mundo cada vez más digital”; ha señalado la compañía en un comunicado. "Aunque tiene el propósito de mantener el origen, la esencia y los valores de la marca -con un isotipo
muy reconocido entre clientes y público en general de nuestro país- permitirá una aplicación más sencilla a todos los formatos y soportes". 

El trabajo de rediseño ha contado con la colaboración de la agencia de branding Design Bridge and Partners, perteneciente al grupo WPP. Los cambios se introducirán inicialmente en espacios digitales y, poco a poco, en las propiedades físicas. 

Con todo, el logotipo ha introducido cambios menores respecto al anterior, destacando, principalmente, el uso de las letras minúsculas y la simplificación de las tres características hojas. Estos elementos, que representan las energías renovables (verde), el agua y el viento (azul) y la energía solar (naranja), fueron introducidos pro primera vez en 2002, cuando la marca ligó su estrategia a las energías renovables.

Iberdrola apunta que se trata de una imagen más moderna, cercana y que mejora la legibilidad, lo que facilitará tanto su aplicación como su visualización en medios digitales. “Además, debido a su sencillez, el nuevo logotipo es un 50 % más ligero, lo que garantiza un consumo energético menor, una velocidad de descarga más ágil y, consecuentemente, un ahorro de energía, costes y tiempo”, explica incidiendo en la sostenibilidad como eje de la actualización visual. 

Los colores que componen la paleta corporativa permanecen siendo verde, azul y naranja, pero ganan en luminosidad e intensidad con vistas en los espacios digitales y con la intención de subrayar el compromiso de Iberdrola con el planeta. Por su parte, la tipografía elegida es IberPangea, de la que destaca su legibilidad y eficiencia, así como su diseño para su adecuación tanto al mundo online como offline. 

La energética asegura que la nueva identidad visual es más actual y transmite el espíritu de optimismo e innovación que la caracteriza, manteniendo al mismo tiempo la esencia de la compañía. Destaca, también, que todos los recursos han sido pensados para mejorar la aplicación de la marca pero también para contribuir a reducir la huella de carbono, implicar menor consumo de energía y favorecer el ecodiseño, que contempla aspectos como la producción local o la selección de materiales. 

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Con la evolución, la marca evidencia el ADN sostenible de la compañía y representa más fielmente lo que Iberdrola es: un actor fundamental en la electrificación de la economía que busca inspirar a la sociedad en la necesidad de cuidar y devolver al planeta lo que nos ha dado”; explican desde Iberdrola. “Y una marca que avanza y va siempre un paso más allá, persiguiendo objetivos cada vez más ambiciosos, como alcanzar las emisiones neutras en el año 2030, apoyando así uno de los ODS más importantes”. 

La marca Iberdrola nació en 1991 cuando Iberduero se fusionó con Hidroeléctrica Español (Hidrola). No obstante, la compañía nació en Bilbao en 1901 como Hidroeléctrica ibérica.