Después de casi dos semanas desde que se hiciera oficial que Twitter aceptaba la oferta de adquisición de Elon Musk, los planes de empresario sobre el futuro de la plataforma están comenzando a salir a la luz. Durante las negociaciones, el CEO de Tesla prometió, entre otras cosas, medidas para autenticar a las cuentas humanas, eliminar los bots o hacer que los algoritmos sean de código abierto. Sin embargo, a la hora de obtener financiación para la operación de compra, Musk detalló más ideas y planes a sus inversores.
Uno de los objetivos principales del empresario es revitalizar el negocio de Twitter, aumentar los ingresos y eliminar las que considera las ineficiencias que han lastrado el crecimiento de la plataforma. Entre las medidas que Musk podría implementar para alcanzar esta meta se encuentra, según informa The Washington Post, el recorte de costes y también de puestos de trabajo en la compañía. Aunque Musk ha comentado que no tomará decisiones en este área hasta que no esté al mando y tenga una idea más clara de la organización interna de la compañía.
Musk ha planteado la posibilidad de pagar a las personas influyentes por generar contenido
En sus conversaciones con las entidades bancarias, Musk también habló de la necesidad de que las celebridades y figuras famosas fueran más activas en la plataforma e, incluso, ha planteado la opción de pagar a las personas influyentes para que creen contenido en la red de microblogging.
Asimismo, en su ambición por monetizar los servicios de la compañía el empresario ha propuesto, según informa Reuters, desarrollar nuevas funcionalidades que permitan sacar más dinero de los mensajes que se hacen virales en la plataforma o que cuentan con información importante. En esta misma línea, los planes de Musk también pasarían por cobrar una tarifa a sitios web de terceros que quieran citar o insertar tuits de personas u organizaciones verificadas. No obstante, las inserción de tuits de usuarios no verificados se mantendría gratuita.
Por otro lado, una de las ideas principales del CEO de Tesla es reducir la dependencia de Twitter de la publicidad y, por tanto, encontrar nuevas vías de ingresos, así como autenticar a los usuarios. Esto podría incluir cambios en la suscripción de Twitter Blue, como la prohibición de anuncios o la verificación de aquellas cuentas que paguen por el servicio de suscripción de la plataforma.
Además, también ha apuntado la posibilidad de que Twitter supusiera un pequeño coste para aquellas cuentas comerciales o gubernamentales, que tendrían que abonar una tarifa para poder utilizar los servicios de la red de microblogging. En cambio, Musk ha asegurado que la plataforma seguiría siendo gratuita para los usuarios casuales.
Uno de los principales desafíos del empresario será impulsar los ingresos de Twitter y rentabilizar la inversión realizada y los préstamos solicitados a las entidades bancarias. Cabe recordar que para la adquisición de la compañía por 44.000 millones de dólares, Musk buscó financiación por 46.500 millones de dólares. Para ello, además de aportar 21.000 millones de su propio capital, consiguió un préstamo de 25.500 millones de dólares a través del fondo de la multinacional financiera Morgan Stanley y otras firmas, entre las que se incluyen Bank of America, Barclays, MUFG, Societe Generale, Mizuho Bank y BNP Paribas.
Invitado al parlamento británico
Con todo, la adquisición de Twitter por parte de Elon Musk es una cuestión que trasciende los aspectos puramente económico y de rendimiento de negocio. Al tratarse de una de las mayores redes sociales que operan actualmente en el mercado, el futuro de la plataforma ha suscitado el interés de los reguladores a nivel global, y especialmente en Europa a la vista de la inminente aprobación definitiva y entrada en vigor de marcos como la Ley de Servicios Digitales y la Ley de Mercados Digitales.
En este contexto, el parlamento británico ha invitado al empresario a comparecer ante el Comité de Digital, Cultura, Medios y Deportes para explicar en profundidad los detalles de su propuesta. La presidenta del comité, Julian Knight, ha enviado una carta a Musk en la que indica que están especialmente interesados en conocer su intención de implementar la verificación para todos los usuarios, la cual está alineada con proposiciones legislativas a favor de la transparencia online en el mercado británico.
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No es la primera vez que se le pide a un máximo responsable de una gran compañía tecnológica que comparezca ante el Parlamento del Reino Unido. En 2018, los legisladores convocaron al CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, para asistir a una audiencia sobre desinformación y el escándalo de privacidad de datos de Cambridge Analytica, una solicitud que este finalmente rechazó.
Al igual que la Unión Europea, Reino Unido está trabajando en nuevas leyes que impongan deberes y responsabilidades a las grandes compañías tecnológicas para abordar el contenido dañino e ilegal. Conocida como "Online Safety Bill", la normativa permitiría al organismo de control de los medios, Ofcom, imponer multas de hasta el 10% de los ingresos anuales globales de una empresa por infracciones. Los ejecutivos tecnológicos también se enfrentan a una posible pena de cárcel por no cooperar repetidamente con los reguladores.