Los ingresos de las líneas de champán y moda de LVMH caen y reflejan una desaceleración del lujo

  • Las ventas de vino y espirituosos han caído un -16%, hasta los 1.417 millones de euros
  • Las categorías de moda y accesorios, y relojes y joyería, también han experimentado descensos
Varias personas brindan con champán

El crecimiento del sector del lujo está experimentando una ralentización del crecimiento, atribuible a la normalización del consumo post-pandemia. Así lo ha señalado el grupo LVMH, uno de los más destacados en esta categoría, a la hora de compartir sus resultados financieros correspondientes al primer trimestre del año. Su ingresos han descendido un -2% en este periodo en comparación con el mismo del año pasado, alcanzado los 20,694 millones de euros. 

Por categorías, según lo señalado por la compañía, los mayores descensos de sitúan en vinos y espirituosos y en el apartado de moda y accesorios. Los ingresos del primer apartado, que reúne marcas como Moët &Chandon, Krug o Dom Pérignon, han caído un -16%, hasta los 1.417 millones de euros. “El champán bajó, lo que refleja la normalización de la demanda post-Covid”, explican desde la marca en un comunicado. 

Las ventas de vinos y espirituosos se han visto afectadas por la cautela del comercio minorista

No obstante, otros productos y marcas, como el coñac Hennessy, también se han visto impactados por la coyuntura. Tal y como señalan desde LVMH, esta marca en concreto se “vio una vez más perjudicada por la actitud cautelosa de los minoristas, que limitaron sus pedidos en un entorno que seguía siendo incierto en Estados Unidos”. 

Las cifras suponen una estabilización de las registradas durante los últimos años. El año pasado, los ingresos de la categoría crecieron un 3%, desde los 1.638 millones de euros registrados en el primer trimestre de 2022. Aquella cifra, a su vez, también supuso un crecimiento del 8 % respecto a los 1.510 millones obtenidos en el primer trimestre de 2021. El descenso experimentado por la categoría de vinos y espirituosos de LVMH es, incluso, superior a la registrada en el primer trimestre de 2020, cuando los ingresos cayeron un -13%, pasando de los 1.349 millones de 2019 a los 1.175 en aquel momento. 

En términos de pedidos a nivel mundial, los envíos de champán alcanzaron los 326 millones de botellas en 2022, la cifra más alta desde 2008, según The Telegraph. Supuso un crecimiento notable respecto a los 245 millones de botellas enviadas en 2020, el nivel más bajo en más de 20 años. En cambio, los datos de champán volvieron a niveles más normales el año pasado, cayendo un -8,2% hasta 299 millones de botellas.

Por su parte, también han caído los ingresos reportados en el terreno de la moda y los accesorios, que incluye marcas como Louis Vouitton, Loewe, Christian Dior o Ginvechy. Han caído un -2%, desde los 10.728 millones de euros del primer trimestre del año pasado, hasta los 10.490 millones del mismo periodo de este año.
Son datos que contrastan con el crecimiento del 18% experimentado en dicho periodo en 2023 respecto a 2022. De esta forma, el registrado ahora sería, según Bloomberg, el ritmo de crecimiento más lento en un primer trimestre desde 2016, excluyendo 2020.

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Esto refleja una desaceleración del terreno del lujo debido, principalmente, a la normalización de la demanda y el consumo tras el auge experimentado durante la crisis del coronavirus; y también al crecimiento de la inflación y el coste de la vida. Esto es algo que no sólo está sufriendo el grupo LVMH, sino también otros, como Kering, que a finales del mes pasado adelantó que los incresos de Gucci, su principal firma de moda, caerían alrededor del 20% en el primer trimestre de este año. 

Señaló que las cifras estarían principalmente perjudicadas por China, puesto que los consumidores de alto poder adquisitivo de dicho mercado han contenido el gasto en productos de lujo a medida que tanto el aumento del desempleo y la crisis inmobiliaria están haciendo mella en la confianza del consumidor