La ropa de segunda mano lleva tiempo ganando terreno entre los hábitos de consumo de los usuarios, pero en un contexto de complejidad económica y creciente interés por la preservación del medio ambiente, la categoría crece a un ritmo notable y está llamada a representar una porción importante del mercado global de la moda. Concretamente, se espera que la ropa reutilizada suponga el 10% del mercado de la moda para 2025.
Es una de las principales conclusiones que se extraen de un informe realizado por GlobalData e impulsado por la plataforma de ropa de segunda mano ThredUp, a partir de encuestas a 3.654 adultos estadounidenses el pasado mes de diciembre y a cincuenta marcas de moda en Estados Unidos. El análisis, no obstante, recoge algunos datos relevantes de la tendencia global.
Las ventas de ropa de segunda mano alcanzaron los 197.000 millones de dólares a nivel mundial en 2023
Así, indica que las ventas de ropa de segunda mano crecieron un 18% el año pasado a nivel mundial alcanzando los 197.000 millones de dólares, una cifra que se prevé llegue a los 350.000 millones para el año 2028. Con todo, el hito se alcanzaría un año más tarde de lo estimado inicialmente, debido a la desaceleración del crecimiento mundial.
Segunda mano online
El mercado estadounidense es uno en los que más está creciendo esta categoría. Según los datos del estudio, la moda de segunda mano creció un 11%, esto es, siete veces más rápido que el mercado minorista de ropa en general. Además, se espera que alcance los 73.000 millones de dólares para dentro de cuatro años.
Tal y como señalan desde ThredUp, el desarrollo del mercado de la moda de segunda mano se está viendo impulsado por la presión de la situación económica en el bolsillo de los consumidores. Y es que el 52% de ellos compraron ropa de segunda mano en 2023, porcentaje que se eleva hasta el 65% en el caso de la generación Z y los millennials -cinco puntos más en comparación con 2022-.
Además, 2 de cada 5 productos de moda comprados en los últimos 12 meses fue de segunda mano; y casi la mitad del presupuesto de los consumidores destinado a moda del último año se dedicó a segunda mano. Asimismo, cabe destacar la penetración de la compra online en la categoría, ya que casi 2 de cada 3 consumidores que compraron ropa de segunda mano en 2023 realizaron al menos una compra online, lo que supone un 17% más que el año anterior.
La apuesta de los usuarios por la segunda mano seguirá creciendo, en parte, porque encuentran valor en ella, así como un alivio para sus bolsillos. El 60% de los encuestados aseguran que comprar ropa de segunda mano les ofrece el máximo rendimiento por su inversión; y el 55% dicen que gastará más en ropa de segunda mano si la economía no mejora.
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No obstante, los consumidores no son los únicos que están demostrando su interés por la ropa de segunda mano, puesto que cada vez más marcas están incluyendo esta actividad en su estrategia de negocio. Así, el informe de ThreUp indica que 163 marcas confiaron en su plataforma para ofrecer tiendas de reventa, lo que supone un aumento del 31% en comparación con 2022.
En esta línea, casi 2 de cada 3 ejecutivos de marcas con programas reventa señalan la segunda mano generará al menos el 10% de los ingresos totales de la empresa dentro de cinco años. Además, el 87% de ellos consideran que este tipo de iniciativas les han ayudado a avanzar en sus objetivos de sostenibilidad -cinco puntos más que el año anterior-; mientras que el 80% aseguran que han generado más ingresos -siete puntos más que en 2022. Por su parte, el 67% comparten que ofrecer segunda mano les ha ayudado a adquirir más clientes -22% más frente a 2022-.
Con todo, el crecimiento del mercado de la ropa de segunda mano también se está viendo apoyado por el impulso de políticas orientadas a la promoción de la circularidad y la sostenibilidad, como aquellas en las que trabaja la Comisión Europea. Por otro lado, también las hay que buscan limitar el impacto de la industria de la moda rápida, como es el caso del proyecto de ley aprobado en Francia para acotar la escalada del fast-fasion.
La segunda mano en el mainstream
Además, la percepción, cada vez más positiva, de la categoría encuentra en el mainstream un aliado indiscutible. Muestra de ello es la asociación que eBay mantiene con el reality show "Love Island", emitido por la cadena británica ITV, para promocionar su programa "Pre-loved". Así, la plataforma ha cambiado la narrativa del programa, patrocinado durante siete ediciones por firmas de moda rápida, en una a favor de la segunda mano.
Para ello apostó por el product placement, ofreciendo a los concursantes ropa de segunda mano, elegida por un estilista para looks personalizados y demostrar cuán elegantes pueden ser las prendas usadas. eBay también ha creado contenido para las redes sociales mostrando a los concursantes luciendo la ropa, el empaquetado de la marca y hablando de sus conjuntos favoritos.
La campaña “Pre-Loved Island” también incluyó la posibilidad de comprar algunas de las prendas que se veían en pantalla durante la emisión del programa; así como anuncios contextuales de televisión o redes sociales, y la elección de algunos concursantes como embajadores de marca.
El mercado de la moda de segunda mano tiene un prometedor futuro por delante, especialmente teniendo en consideración el cambio en la percepción por parte del consumidor, el respaldo legislativo y la apuesta que están realizando las marcas. No obstante, la rentabilidad económica de las plataformas especializadas se perfila como uno de los principales desafíos de la categoría.
Según los últimos datos compartidos por Vinted, sus ingresos en 2022 aumentaron un 51% hasta 370,2 millones de euros en comparación con 2021 (245,1 millones de euros), pero unas pérdida de 47,1 millones de euros -antes de impuestos-. Por su parte, Wallapop cerró el 2022 con una facturación de 71,6 millones de euros, es decir, 39% más respecto al ejercicio anterior, pero registró unas pérdidas de 50 millones de euros, casi cinco veces más que en 2021 (10,8 millones). Depop, presente en Estados Unidos y Reino Unido, habría obtenido 59,4 millones de libras en pérdidas, superiores a sus 54,3 millones de libras de ventas en 2022.