El movimiento “Second Hand September” como telón de fondo en la Semana de la Moda de Nueva York

  • Marcas presentes en las pasarelas han promovido también la adopción de los modelos de segunda mano
  • La venta de prendas usadas se está consolidado como fuente de ingresos alternativa para las marcas
Chico mirando ropa de segunda mano

La Semana de la Moda de Nueva York es una de las citas principales de la industria de la moda, puesto que supone el escenario para contemplar los diseños que tras su paso por las pasarelas permearán en los estilos que dentro de unos meses veremos en las tiendas de ropa más habituales. Como punto de encuentro de las grandes tendencias del sector, está edición del encuentro está siendo testigo de la relevancia que ha cobrado la búsqueda de modelos de actividad más sostenible, reunidos en la segunda mano como máximo exponente. 

“Second Hand September” anima a los consumidores a reutilizar prendas durante el mes de spetiembre

Y es que algunas de las firmas habituales de la cita se han sumado al denominado “Second Hand September”, un movimiento impulsado inicialmente desde Oxfam que promueve la donación y la reutilización de prendas de vestir durante el mes de septiembre, en lugar de la compra de ropa nueva. El objetivo es concienciar a la población de la importancia de reducir el consumo de prendas precisamente en una época del año marcada por el regreso a la oficina y el inicio del curso escolar. 

Marcas pertenecientes a la alta costura están abrazando el movimiento de diversas maneras. Por ejemplo, según recoge Fast Company, la diseñadora Diane von Furstenberg se ha abstenido de los desfiles y está animando a visitar su tienda insignia en Chelsea para adquirir piezas de colecciones anteriores; mientras que Ulla Johnson, al mismo tiempo que ha presentado su nueva colección en las pasarelas, ha seleccionado prendas vintage de su colección personal y las ha puesto a la venta en su tienda de Nueva York. 

Estas, junto a otras de segmentos menores, como M.M.LaFleur, Faherty, Ariat, Hanna Andersson, o Marimekko, están colaborando con la plataforma Archive, centrada en la venta de prendas de vestir de segunda mano, para realizar acciones especiales durante este mes y así extender la vida útil de la ropa. La firma de calzado Sarah Flint, por ejemplo, ha puesto en marcha “Sequel”, una iniciativa con la que anima a los consumidores a vender sus pares de zapatos para que otros puedan comprarlos. 

Por su parte, la marca finlandesa Marimekko está celebrando el primer aniversario de su programa de reventa “Pre-loved”, y en este marco, recientemente ha llevado a cabo un evento de compras de prendas de segunda mano en su tienda. Como parte del movimiento “Second Hand September”, esta y otras firmas están publicando contenido en sus canales sociales acerca del valor de la segunda mano y cómo practicar la reventa y compra de prendas ya utilizadas. 

"Dado que septiembre marca tanto la Semana de la Moda de Nueva York como el regreso a clases, la mayoría de las marcas de moda se centran en las novedades durante el mes", ha apuntado Emily Gittins, Directora Ejecutiva y Co-Fundadora de Archive, en un comunicado. “Eso hace que septiembre sea el momento perfecto para que las marcas con visión de futuro establezcan una nueva narrativa destacando sus ofertas de reventa".

Potencial para cambiar la industria

La suma de las marcas, sean de alta costura o de categorías inferiores, a este tipo de movimientos refleja cómo ha cambiado la percepción de la segunda mano dentro de la propia industria. Mientras que hasta hace aproximadamente las marcas no querían verse vinculadas a la reventa o la reutilización, ahora apuesta por ella como vía para impulsar sus esfuerzos sostenibles y conectar con un consumidor más consciente. 

Es más, tal y como recoge el citado medio, algunas han potenciado sus ventas gracias a este modelo de negocio, que se ha consolidado como una fuente rentable de ingresos. Tal es el caso de MM.Lafleur, que ya ha aumentado sus ventas un 3% a través de su sitio de segunda mano impulsado por Archive.

Lo cierto es que la segunda mano ayuda a las marcas a ampliar su base de clientes, puesto que permite adquirir a precios más asequibles las prendas que, de otra forma, un seguidor de la marca no habría podido permitirse. Asimismo, brindar esta opción también ayuda a las firmas a acercarse a aquellos consumidores que compran moda de segunda mano por principios y convicción, y no solo por cuestiones presupuestarias. 

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Algunos consideran que la segunda mano puede, con el tiempo, transformar realmente el modelo de la industria de la moda, al facilitar el acceso a productos a precios más asequibles y reduciendo el volumen de prendas que fabrican anualmente las marcas. Además, obligará a todos los agentes del sector a repensar el concepto de tendencias, puesto que al alargar el tiempo de vida de las prendas, estas deberán tener un carácter más atemporal para encajar en los vestuarios de los usuarios. 

Más allá de la segunda mano, la sostenibilidad ha cobrado pesa en esta edición del evento. El uso de materiales reciclados y la reutilización ha supuesto una constante, con marcas como InspireD'Signs he empleado, según recoge Inc., en sus prendas ropa que iba a desecharse y utilizado un tipo de costura que requiere más tiempo, pero aporta calidad a la ropa y prolonga su duración. Por su parte, la marca Averyu ha hecho desfilar sus bikinis hechos con desechos marinos reciclados.

Son solo algunos ejemplos de cómo las pasarelas están siendo testigos de una nueva forma de pensar no solo en los estilos y los diseños, sino también en el negocio que sustenta las marcas y los nuevos contextos en los que estas se relacionan con los consumidores.