Argentina ha acusado a Procter & Gamble (P&G), el fabricante número uno de productos para el hogar, de fraude fiscal y evasión de impuestos y, por ello, ha suspendido sus operaciones en el país sudamericano, según un comunicado oficial emitido este domingo por AFIP, la Administración Federal de Argentina.
Todavía no ha quedado claro lo que quiere decir esa “suspensión” y desde la empresa no se han querido hacer declaraciones al respecto. Paul Fox, portavoz de la compañía, sí ha adelantado que están trabajando para la comprensión de las acusaciones y su consiguiente resolución.
Lo que sí sabemos es que Argentina acusa a P&G de un exceso de facturación de 138 millones de dólares en importaciones desde Brasil “que eran facturadas a través de una filial radicada en Suiza. De esta manera, la empresa fugó divisas a sus firmas vinculadas en el exterior. La maniobra podría constituir contrabando agravado”, según se afirma en el mismo comunicado publicado también en la web presidencial de Argentina.
“Nuestro objetivo principal es que P&G reintegre al Banco Central las divisas fugadas y que pague las sanciones aduaneras y el impuesto a las ganancias evadido por la manipulación de los precios de transferencia”, ha asegurado el administrador federal.