La escasez en Venezuela llega a las redes sociales en forma de protesta

Hace sólo unos días McDonald’s anunciaba la escasez de patatas en Venezuela y, con ella, el acompañamiento de sus populares menús con yuquitas.

Este es sólo un ejemplo más del desabastecimiento que vive el país, que el pasado noviembre también puso coto a las compras en Zara ante el temor a un colapso generalizado.

El racionamiento y la política de precios justos implantada por el ejecutivo de Maduro ha desatado una oleada de reacciones en Twiter, donde los usuarios claman ante la falta de artículos de primera necesidad como alimentos básicos y medicamentos.

Bajo el hashtag #AnaquelesVacíosEnVenezuela, los ciudadanos se rebelan ante las estanterías vacías y las colas generalizadas, convertidas en estampa de consumo del país latinoamericano.

Tras meses de protestas callejeras, el debate se ha instalado en las redes sociales con cerca de 200.000 mensajes que reclaman un mayor aperturismo de mercado y la firma de acuerdos con otros países para favorecer el intercambio.

Falta de divisas

Mientras tanto, la situación se agrava en el interior del país donde la falta de medicamentos roza el 70%. Así lo ha explicado el presidente de la Federación Farmacéutica Venezolana (FFV), Freddy Ceballos, que ha alertado ante la escasez de “productos antihipertensivos, anticonvulsivos y anticonceptivos”.

Venezuela vive desde el pasado año una crisis económica generalizada como resultado de la falta de divisas. Además, el desplome del precio del petróleo, motor económico de la región, ha acentuado más la falta de liquidez del Gobierno.

En un intento por devolver la normalidad a los ciudadanos, el presidente Nicolás Maduro continúa con su ronda internacional de contactos en su afán por ganarse el favor de países aliados como China, Rusia e Irán.

Tras el encuentro mantenido el pasado miércoles con su homólogo chino, Xi Jinping, el mandatario venezolano adelantó el acuerdo suscrito entre ambas partes por valor de 20.000 millones de dólares. Con esta inversión china, Maduro deberá hacer frente al colapso financiero que azota el país y calmar los ánimos de un estado que ve en Internet el altavoz de todas sus quejas.