Los líderes de Silicon Valley experimentan con “reuniones fuera de la oficina” donde la ketamina es clave para superar el estancamiento

  • La revista Wired ha hablado con las fundadoras de una organización que ofrece coaching asistido con ketamina
  • Han preferido identificarse con seudónimos, pero no dudan en describir los beneficios de sus reuniones psicodélicas

"Lo llamamos off-site. No es un “retiro” porque no nos retiramos de nada. Vienen solo nueve o diez clientes, no es algo a gran escala, porque la confidencialidad resulta clave. Sobre todo acuden directores generales de empresas del Fortune 100, directores financieros, fundadores… Todos ellos están en una olla a presión".

Así empieza relatando Shuang Shuang, coach espiritual, la propuesta que ha creado junto a su socia Aria Stone, Doctora en psicología. Ambas identificadas bajo un seudónimo, han conversado en una entrevista con la revista Wired sobre las sesiones de varios días que organizan en la zona de la bahía de San Francisco, en las que la ketamina resulta clave para superar el grado estancamiento en el que se encuentran algunos de estos perfiles profesionales.

Se trata de encuentros de un fin de semana, entendidos como “reuniones fuera de la oficina” porque a ellos acuden personas que ya han logrado un profundo éxito en su vida laboral pero se encuentran en el momento de preguntarse: 

¿Cuál es el próximo horizonte? Porque siento que ya he marcado todas las casillas.

Como relatan a Wired las impulsoras de estos encuentros, su target son personas solitarias que deben liderar y atravesar su día a día sin un acompañamiento. “Pero vienen aquí y ven que no están solos, que pueden desprenderse de la carga de estar protegidos todo el tiempo. Sólo quieren ser personas”, comenta Shuang Shuang.

¿Pueden los peluches, los pétalos de rosa y las inyecciones de una sustancia disociativa ayudar a los líderes de Silicon Valley a salir del estancamiento? 
Estas dos mujeres dicen que sí.

Ketamina para salir de los atolladeros mentales 

“La ketamina es útil para salir del estado de ánimo negativo”, decía Elon Musk en una entrevista el año pasado. Y no es el único que piensa así. De hecho, la ketamina fue aprobada hace décadas como anestésico quirúrgico y, más allá de haber sido utilizada durante mucho tiempo como droga para fiestas, es el tratamiento de salud mental no indicado del momento. Según los investigadores, induce a un estado de “trance” y de “aislamiento sensorial”, que puede potenciar temporalmente la neuroplasticidad del cerebro, lo que, en teoría, facilita la salida de los atolladeros mentales. No obstante, el abuso de la ketamina puede ser mortal y su consumo sigue siendo ilegal sin receta.

Según indica Aria Stone en la entrevista con Wired, “puesto que la ketamina puede usarse mal, un historial de abuso de sustancias en una persona nos haría dudar”. Y es que para seleccionar a los clientes que acuden a sus encuentros, les preguntan por su historial médico y psicológico, si trabajan actualmente con un terapeuta o si han participado antes en un programa de grupo. “Dudaríamos a la hora de aceptar a alguien con un historial traumático importante, con tendencias suicidas activas o con antecedentes de esquizofrenia o trastorno bipolar, ya que estos últimos pueden estar contraindicados con la ketamina”, añade. 

“Comprobamos con todo el mundo si tenemos su consentimiento, de cada parte de su cuerpo, para recibir medicamentos”

Durante el transcurso de tres días en las instalaciones de lo que han bautizado como “Mission” -un espacio abierto con techos altos como describen desde Wired-, los clientes tienen dos experiencias con la ketamina. “Comprobamos con todo el mundo si tenemos su consentimiento, de cada parte de su cuerpo, para recibir medicamentos. A continuación, nuestro médico y nuestra enfermera distribuyen la sustancia mediante una inyección intramuscular”. 

La agenda del fin de semana

Con el consumo de ketamina se da una ventana de optimización de 24 a 48 horas, que es cuando el cerebro se vuelve más neuroplástico, por lo que la propuesta de estas dos mujeres está basada en una experiencia de varios días.

“El primero está destinado a asentarse en esta aceptación radical, dando la bienvenida a lo que nos llega con la ketamina”, explican a Wired. Así, la ceremonia de apertura podría incluir baile, movimiento para entrar en el cuerpo o, simplemente, hablar entre los participantes sobre lo que está vivo para cada uno. “Tenemos una primera sesión de establecimiento de intenciones”, comentan. 

Cuando las personas llegan, en el suelo hay un círculo de colchonetas con respaldo BackJack, una rosa en cada asiento, velas en el centro e información sobre todo lo que se puede esperar. “Cuando pasamos al viaje, sacamos los BackJacks”. 

Shuang Shuang y Aria Stone describen este momento como algo “bastante dulce”, dado que las personas cuentan con “pequeños nidos o camas. Están todos arropados. Tienen mantas, almohadas y tapones para los oídos si la música ambiental que suena por los altavoces está demasiado alta”. Además, llevan antifaz para los ojos porque la ketamina es una sustancia disociativa que conduce a una sensación natural de recogimiento y silencio. “Incluso hay peluches que algunas personas se traen para el viaje”.  Y es que las fundadoras de esta propuesta animan a sus clientes a llevarse cosas que sean significativas como su diario, fotos de seres queridos o piedras. “Es como una fiesta de pijamas psicodélica para coaching ejecutivo”, sostienen. 

“Algunas personas se traen sus peluches. Es como una fiesta de pijamas psicodélica para coaching ejecutivo”

El primer día la dosis de ketamina que se ofrece es psicolítica, es decir, no llega a ser exactamente una dosis psicodélica pero, según cuentan, “te permite tambalearte por los reinos”. Al día siguiente sí es ya una dosis media y toda la jornada gira en torno a la medicina y la integración. 
En los encuentros son cuatro las personas que asisten con toda su atención mientras la gente está en su viaje de ketamina. “Nos mantenemos en comunicación silenciosa entre nosotros, sosteniendo este espacio, viendo lo que emerge”. Porque en un entorno clínico de apoyo, la posibilidad de tener un mal viaje disminuye considerablemente. Si bien, matizan que no existen los malos viajes de ketamina: “Más bien, hay viajes desafiantes o incómodos”. 

Con esta propuesta, ellas ya han visto más de 100 viajes de ketamina hasta la fecha en la que han realizado su entrevista con Wired. 

¿Y qué hacen en caso de un viaje desafiante o incómodo?
“Una de las formas en las que podría manifestarse es gritando o con mucha energía recorriendo tu cuerpo. Saldrás de la esterilla y querrás correr. Pensarás que estás en una situación peligrosa”, describen. Así que lo primero que se hace es comprobar que la persona está en una posición segura para sentirse cuidada. “Te dejaremos quitarte el antifaz. Algunas personas necesitan que las tomen de la mano o les apetece pasear por la sala. Todas estas cosas ayudan a volver al ahora”. 

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Finalmente, el tercer día se dedica a la integración y el coaching:

  • ¿Qué significa esto para mí?
  • ¿Cómo me he sentido?
  • ¿Cómo puedo aportar algo positivo de ese viaje a mi vida cotidiana?

Son algunas de las preguntas a las que se trata de dar respuesta en este último día para, una semana y media después, tener una sesión virtual de seguimiento centrada en la aplicación de lo que se haya aprendido de cara al liderazgo.

El coste de estos encuentros es de 2.600 dólares por los tres días, sumando 350 dólares extra en concepto de evaluación médica y prescripción de la ketamina. Las comidas están incluidas, pero no el transporte ni el alojamiento.

Tal y como cuentan en Wired, su planteamiento pasa por acelerar el entrenamiento con los psicodélicos. “Te lo proporcionamos a nivel celular”. Como resultado, dicen que son muchos los que no quieren terminar la experiencia y se llegan a plantear integrar su nueva forma de ser en el día a día.

En cualquier caso, la ketamina y los psicodélicos no son una panacea y Shuang Shuang y Aria Stone son conscientes de que su propuesta no puede resultar útil para todo el mundo. “No tienes que presionarte para hacer este tipo de terapia. No pasa nada si tienes miedo o ansiedad. Escucha a tu cuerpo y a tu corazón”, sentencian. 

Más info.: The Ketamine-Fueled ‘Psychedelic Slumber Parties’ That Get Tech Execs Back on Track