Redbull, SpaceX y, ahora, Toyota. Cada vez son más las marcas que quieren dejar su nombre en la carrera por conquistar el espacio, algo que la firma automovilística pretende hacer de la mano de Lunar Cruiser, el vehículo en el que trabaja desde marzo del año pasado junto a la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA).

Durante los últimos meses, la entidad y la compañía han estado trabajando de manera conjunta en este vehículo lunar presurizado y tripulado que utiliza tecnologías de vehículos eléctricos de pila de combustible (FCEV). El objetivo no es otro que servir de apoyo en las actividades de exploración humana de la superficie del satélite y de Marte y, así, ayudar a mejorar la prosperidad sostenible para toda la sociedad a base de expandir el dominio de la actividad humana.

Lunar Cruiser tiene un tamaño similar al de dos microbuses (longitud: 6m; anchura: 5,2m; altura: 3,8m) y cuenta con un espacio habitable de 13 metros cúbicos, por lo que en él podrían circular hasta dos personas, o cuatro en caso de emergencia. Se trata de un vehículo propulsado por hidrógeno y tendrá un rango de velocidad de crucero de más de 10.000 km. Esto permitiría que los astronautas se desplazaran por la Luna sin necesidad de portar los voluminosos trajes espaciales habituales, puesto que este particular automóvil está diseñado para soportar las condiciones extremas de radiación y temperatura propias de la superficie lunar.

Además de las pilas de combustible, que emplean métodos de generación eléctrica limpios, emiten únicamente agua y, dada su elevada densidad energética, pueden proporcionar una gran cantidad de energía, el Lunar Cruise cuenta con paneles fotovoltaicos que ayudan a transformar la luz solar en energía para funcionar.

 

 

 

 

 

El nombre del vehículo ha sido elegido por el sentimiento de familiaridad que ofrece a las personas involucradas en el desarrollo y fabricación del prototipo, así como las que han sido parte del proyecto de investigación conjunta. Asimismo, brindará sensación de cercanía al público en general, puesto que el apodo hace referencia al Toyota Land Cruiser SUV, por la calidad, durabilidad y confiabilidad que se espera del rover lunar presurizado.

Los planes espaciales de Toyota

La fecha de lanzamiento prevista para el proyecto de Toyota y JAXA es el final de la década de 2020. Actualmente se encuentran trabajando en la fabricación de piezas de prueba para cada elemento tecnológico y el prototipo en general. Las pruebas que se llevarán a cabo durante 2021 implican el uso de simulaciones para confirmar el rendimiento de disipación de energía y calor durante la conducción, el desarrollo y evaluación de tipos de neumáticos, y el uso de realidad virtual y modelos a gran escala para considerar la disposición de los equipos en la cabina.

"En JAXA estamos estudiando varios escenarios y tecnologías que pueden aplicarse a misiones espaciales concretas. Los vehículos lunares presurizados y tripulados representarán un importante elemento de apoyo a la exploración lunar, que esperamos que tenga lugar en la década de 2030. Nuestra intención es lanzar el primer vehículo de exploración espacial en 2029”, adelanta Koichi Wakata, Vicepresidente de JAXA.

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Por otro lado, el proyecto va más allá del mero desarrollo del vehículo. Y es que tanto Toyota como JAXA han estado celebrando reuniones y encuentros con diferentes industrias basadas en el tema "Una sociedad lunar iniciada por el rover presurizado tripulado”. Estas conversaciones se centran en cómo el Lunar Cruiser puede suponer el punto de partida de una futura sociedad asentada en la superficie del satélite y los desafíos asociados que ello implica.

De esta forma, reunirán el conocimiento, la experiencia y las capacidades tecnológicas de empresas de una amplia variedad de sectores en un intento de hacer realidad el sueño de mantener actividades continuas en la Luna. Para Akio Toyoda, Presidente de Toyota, este proyecto dejará atrás conceptos como "ciudad de origen" y "país de origen" y hará que la sociedad evolucione hacia el concepto de "planeta de origen".
“Al rebasar los límites de países y regiones, creo que nuestro sector, que se replantea constantemente la función que debe desempeñar, comparte las mismas aspiraciones que la exploración espacial internacional”.