Después de años de conflicto entre los VTC y el gremio del taxi, ambos modelos de transporte de pasajeros se parecerán más que nunca después de la nueva ordenanza que acaba de publicar el Ayuntamiento de Madrid y que previsiblemente se aprobará en mayo. Un cambio legislativo que hará que el taxi de Madrid sea “más moderno, competitivo, accesible y sostenible”, según ha explicado Borja Carabante, el Delegado de Medio Ambiente y Movilidad del consistorio madrileño.
La normativa hará que el taxi incorpore precio cerrado mediante precontratación, tarifas fijas desde o hacia Madrid Central, licencia por puntos para los conductores o la posibilidad de compartir viaje con otros pasajeros.
Precontratación con precio máximo cerrado
Coger un taxi en Madrid ya no se limitará a levantar la mano o acudir a una parada para emprender un viaje que costará lo que marca el taxímetro. Una de las modificaciones de la nueva Ordenanza del Taxi afecta al precio. Cualquier usuario podrá precontratar un viaje acordando una tarifa cerrada en la que el taxista podrá aplicar un descuento, por lo que podremos saber de antemano cuánto nos va a costar un viaje. Esta opción ya está disponible en aplicaciones como Free Now, que ofrece la tarifa LITE, con importe cerrado y uno de los productos más demandados por los usuarios de la aplicación.
La fórmula del precio prefijado ya aplica en recorridos que tienen como origen o destino el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas siempre que se parta o se llegue a un punto dentro de la M-30.
Es la conocida como Tarifa 4 a la que ahora se unirá otra especial que afecta a los trayectos que tienen como origen o destino las zonas de bajas emisiones. Es decir, Madrid Central o la que se creará en Plaza Elíptica. Lo que todavía no se ha especificado es qué precio fijo tendrán estos viajes.
Taxi compartido
Otra de las novedades permitirá a los usuarios compartir taxi con otros viajeros. Como ocurre con el precio cerrado, esta fórmula deberá pactarse antes del trayecto a través de emisora, aplicación móvil u otras plataformas. En ningún caso se podrá beneficiar un cliente del precio fijo o los viajes compartidos cogiendo un taxi en una parada o por la calle. Para utilizar esta especie de taxisharing, el viajero deberá facilitar el punto de origen y destino del trayecto, la fecha y hora de su realización, el número de plazas que desea contratar y conocerá el precio antes de su realización.
Durante el trayecto podrán subirse otros pasajeros que también hayan precontratado esta modalidad. El Ayuntamiento establece que el precio abonado en taxi compartido por los usuarios de un mismo desplazamiento no podrá ser superior al precio que hubiera resultado del cálculo del precio cerrado, ni inferior al resultante del cobro habitual por taxímetro.
Esta fórmula está presente en otros servicios de movilidad como Blablacar, que en Francia tiene activa la opción Blablalines por la que un usuario de plataforma puede ir recogiendo en París a otros viajeros durante su ruta. Es una utilidad que está ganando adeptos para compartir trayectos hacia el trabajo.
Licencia por puntos y código de vestimenta
Con el objetivo de que todas estas medidas se cumplan y para mejorar la experiencia de los usuarios, la ordenanza introduce una licencia por puntos para cada taxi. Un método similar al actual carné de conducir por el que cada vehículo tendrá un saldo inicial de ocho puntos. Para el Ayuntamiento, con esta medida se sancionarán los comportamientos que más afectan a los clientes y a la imagen del sector.
Aunque no se ha desglosado cómo será este sistema de multas, entre las muy graves estarán el incumplimiento del régimen de descanso, engañar al usuario con el precio o buscar y recoger viajeros fuera de la para oficial establecida. Cuando se haya perdido la totalidad de los puntos se suspenderá la licencia y se inmovilizará el taxi por un periodo que va desde tres meses a un año. Cumplida la suspensión, el titular de la licencia recuperará los ocho puntos.
Entre las exigencias a las que también deberán responder los conductores se encuentra un nuevo código de vestimenta que va en línea con esa "uberización" del taxi. En el texto se explicita que los taxistas tienen que vestir de color oscuro, con zapatos cerrados y llevar jersey, chaleco o chaqueta oscuros en caso de ser necesario.
Taxis sostenibles y pago contactless
Algunas medidas de la nueva ordenanza afectan a los vehículos. Anteriormente se fijó que a partir del 1 de enero de 2018 todos los vehículos autotaxi, salvo los Eurotaxi -los más grandes, de hasta nueve plazas y adaptados a discapacitados- debían llevar la etiqueta Cero Emisiones o ECO de la DGT. Con la nueva ordenanza se elimina la excepción a los Eurotaxi y todos los nuevos coches que comiencen a circular por Madrid tendrán que contar con estos distintivos. El ECO aplica a los coches híbridos como el Toyota Prius, frecuente en la flota madrileña; híbridos enchufables con menos de 40 kilómetros de autonomía o coches de gas, bien GNC o GLP, en los que el gremio del taxi fue pionero.
La etiqueta Cero Emisiones identifica a los 100% eléctricos como el Nissan Leaf, uno de los primeros en obtener la homologación de taxi o los híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía. Para este ejercicio, el Ayuntamiento de Madrid ha dispuesto un crédito de tres millones ampliable a cinco para renovar la flota más contaminante con el objetivo de conseguir que los vehículos ECO alcancen el 85% de la flota y un 1% sean Cero Emisiones.
Otra adaptación que tendrán que asumir los taxis es ofrecer la opción de pago contactless, clave en un contexto como el que vivimos. Tendrán un plazo máximo de dos años para admitir este modo de pago y también podrán emitir tiques electrónicos.
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Durante el confinamiento vimos imágenes de taxis deambulando por Madrid sin poder recoger a prácticamente ningún pasajero. Una estampa obligada por su condición de servicio público y rígidas normas de prestación. Para borrar este contrasentido de trabajar sin clientes, el sector ha conseguido que se incluya en la nueva ordenanza la reducción de oferta cuando se produzca una caída de la demanda superior al 50%. Serán los técnicos municipales quienes determinen si efectivamente se produce una situación excepcionalidad.
Para ello, el sector deberá acreditar debidamente durante dos meses consecutivos el descenso de usuarios. “Solo una vez que el Gobierno municipal haya consultado a las organizaciones representativas su conformidad para aplicarla, procederá a limitar la oferta por un plazo renovable de un mes con régimen excepcional de descanso”, recoge el comunicado del Ayuntamiento.
Así, las licencias pares podrán prestar servicio únicamente los días pares y las impares, los días impares. Salvo los Eurotaxi, que mantendrán el servicio a personas con discapacidad todos los días. También se modifica el régimen de descansos para eliminar la obligación de prestar el servicio un mínimo de siete horas diarias.
Exámenes teóricos para los conductores de VTC
Las modificaciones que plantea la Ordenanza del Taxi acercan al gremio a los VTC, que a su vez se aproximará a los taxistas con la nueva normativa que prepara la Comunidad de Madrid. Los conductores de Cabify o Uber tendrán que pasar un examen teórico similar al de sus competidores para fijar “un marco equilibrado de competencias que garantice el futuro de ambos sectores”, según Ángel Garrido, Consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid.
Así, los aspirantes a ser conductores VTC deberán superar una prueba de 100 preguntas en el que se evaluarán cuestiones relacionadas con la seguridad vial, conducción eficiente, primeros auxilios, marco jurídico y el conocimiento de la ciudad y la región, así como un test psicotécnico o un examen de inglés. Una normativa pionera en una ciudad y una región que se han convertido en el epicentro europeo de las nuevas formas de movilidad, con la convivencia de todo tipo de transportes como autobuses, metros, coches, bicicletas, patinetes… En una concepción multimodal de los desplazamientos.