Hace poco estaba hablando con la máxima responsable de una de las agencias de publicidad mejor valoradas en nuestro país y me decía: ”Cristina, esta época que estamos viviendo es como la Revolución Industrial de nuestro sector”.
Pues así es. La Publicidad y la Comunicación están cambiando a una velocidad tan vertiginosa que a veces, cada vez que vamos a adoptar un cambio, no nos ha dado tiempo de aprender el anterior.
Todo cambio asusta y aporta altos niveles de frustración
Todo cambio asusta y aporta altos niveles de frustración y resistencia, en este caso compartidos por todos: agencias y anunciantes. Son niveles alimentados además por la falta de control que nos producen sistemas de medición incipientes y todavía no muy elaborados ni “oficialiazados”. Ahora bien: vivir este momento, en este sector, siendo el centro del cambio es alucinante, emocionante, motivante, inspirador y “dopamínico”.
¿Cuáles son las claves de este cambio?
El consumidor de hoy en día es cada vez más escéptico y está cada vez más informado. Vivimos una época en la que la publicidad no es el único medio para conocer una marca y el WOM pesa el doble. Si le hablo a mi madre de una marca que nació en su época, automáticamente me canta el gingle o recita el claim. Si le hablo a mi hija de una marca que haya nacido ayer, me contará lo que le hace sentir, dónde la lleva o qué significa para ella, en su propio lenguaje adolescente.
El consumidor solo se fija en lo que le gusta o entretiene
Estamos ante un exceso de información, o infoxicación, que hace que nuestro consumidor solo se fije en aquello que le gusta o entretiene. Aquello que elige ver, y tiene que elegir verte A TI. Sí, sí, señores.
Ya no competimos con los players de nuestro sector, ni siquiera con el resto anunciantes. Competimos con aquello que ocupa el momento libre de nuestros consumidores; competimos con la serie de moda, los cortos, pasar un ratito en el Stories o seguir el último hilo.
Otra clave de este cambio son las soluciones que, mezcladas con Big data e Inteligencia Artificial, nos van a permitir una hipersegmentación y una hipercontextualización de los mensajes, que van a exigir ser tremendamente certeros en la sempiterna búsqueda del insight.
Las marcas quieren, y deben, llegar a todos los consumidores
Hoy me contaba un planner que, al final, la mayoría de las marcas quieren y deben llegar a TODOS; y tiendo a estar de acuerdo.
Todos bebemos refrescos, los mayores de 18 conducimos coches y muchos comemos pavo. La pregunta es qué utilizar para cada cosa y cómo planificar para alcanzar coberturas amplias con nuestras marcas e híperrelevancia con nuestras propuestas.
Asi que amigos, preparémonos para comunicar, entretener, buscar al que nos quiere escuchar y susurrarle lo que necesita al oído. En este mundo increíble en el que ligar es más fácil que nunca y anunciar, más complicado.
A todo lo anterior, además, hay que sumarle la importancia cada vez mayor de ser una marca con relevancia social, con capacidad de cambiar y mover cosas. Un día Risto Mejide me contó que el CEO de Honda solo tenía un objetivo: ser una marca que la sociedad quiera que exista.
¡Que viva la Revolución, amigos!
Y discúlpenme los palabros, solo es exceso de dopamina.