2020 ha sido, sin duda, un año de grandes cambios en todos los aspectos de nuestra vida, un periodo para asumir retos y nuevas formas de poner en práctica nuestros hábitos más cotidianos. Si ya nos encontrábamos ante un modelo de cambio hacia un mundo cada vez más digital- tanto a nivel social como empresarial-, durante los últimos meses este fenómeno se ha acelerado en gran medida a causa de la pandemia.
Esto se debe, principalmente, a la necesidad que nos surgía de conectarnos a la red para cualquier actividad, como relacionarnos o realizar nuestras compras. Además, este comportamiento ha provocado que muchas personas que antes rechazaban el mundo digital, por miedo o sencillamente por desconocimiento, diesen el salto a este escenario.
1 de cada 3 españoles realizan compras por Internet cada semana
Durante el pasado año nos hemos visto más a través de las pantallas, hemos consumido más cine y televisión en streaming, y escuchado más música a través de plataformas online. En lugar de llenar los centros comerciales, tiendas y supermercados, hemos comprado más, mucho más, por Internet.
Los consumidores quieren plataformas online que ofrezcan un servicio íntegro
Tanto es así que, hace pocas semanas, el informe de Pulso Digital de Adevinta nos mostraba que 1 de cada 3 españoles ya realizan compras por Internet cada semana y casi la mitad afirmaba que, durante 2021, seguiría comprando más por Internet, en lugar de hacerlo en establecimientos físicos, afirmando que ellos mismos ya vendían artículos por Internet.
Esto se debe principalmente a dos factores muy sencillos, pero igualmente clave. En primer lugar, los consumidores buscamos una mayor comodidad en los procesos, procurando que las plataformas online nos proporcionen un servicio íntegro, que nos facilite y asegure todo el transcurso de la compraventa de principio a fin, sin movernos de casa y sin que implique demasiado esfuerzo.
En segundo lugar, buscamos mejores precios. Según el mismo informe de Adevinta, el precio seguirá siendo en 2021 un factor determinante en la compra online para el 85% de los españoles. Queremos ahorrar y hemos aprendido a hacer comparativas en el mercado sobre los productos que queremos adquirir o incluso, sobre aquellos que queremos vender.
El nuevo perfil del consumidor-proveedor responsable
Nos hemos convertido en canales de venta a nivel individual y este fenómeno se traduce en un beneficio directo tanto para nuestro bolsillo, como para dos actores más: las pequeñas y medianas empresas, y el auge de la economía circular. El primero porque encuentra en las plataformas- y canales de venta directa- una vía competitiva y accesible para llegar a sus públicos de manera rápida, cómoda y sin mayores costes.
Hemos entendido el valor que tiene el equilibrio entre comercio físico y online
El segundo porque nos encontramos ante una sociedad que cada vez toma más conciencia del consumo responsable, y entiende esta práctica como una manera de darle vida útil a los artículos que ya no necesita o no quiere mantener, e incluso de sacarles rendimiento económico.
En definitiva, 2020 nos ha servido de puente para un 2021, así como una nueva etapa en la que nos reconocemos, no solo como consumidores, sino también como proveedores dentro del entorno digital. Hemos perdido el miedo que suponía para muchos realizar una transacción digital, y también hemos entendido el valor que tiene establecer un equilibrio entre el comercio físico y online, que de un respiro al medioambiente y de paso a una nueva manera de consumir más responsable.