¿Qué se le pide al probador de una tienda de ropa, qué espera encontrar el cliente cuando llega a uno? Seguramente orden, limpieza y un grado, cuanto más elevado mejor, de confort, sosiego e intimidad. Los establecimientos que venden moda no siempre están a la altura de esa expectativa así que, ¿se podrá esperar encontrar todo eso en un probador instalado en una oficina de correos? La Poste, empresa postal francesa, cree que sí y ha montado probadores para sus clientes en cuatro de sus oficinas a modo de prueba.
La idea es dar a los compradores de ropa la posibilidad de probársela nada más recogerla y devolverla en su caso
Los probadores, que tienen la forma y el color de los reconocibles buzones amarillos de la compañía, se han instalado en las oficinas de nueva generación que La Poste empezó a montar en 2022. Las cabinas se encuentran disponibles, en concreto, en dos de las oficinas de París y en otras dos situadas respectivamente en Lannion y La Rochelle.
Los probadores se encuentran en los llamados “módulos e-commerce” de las oficinas y la idea que ha inspirado su instalación es la de ofrecer a los compradores de ropa online al posibilidad de probarse las prendas adquiridas nada más recogerlas y devolverlas inmediatamente en caso de que, por la razón que sea, no cumplan sus expectativas.
La Poste presenta este nuevo servicio apelando a su comodidad y a su contribución a la sostenibilidad, pues simplifica los procesos de devolución, tan abundantes en las compras de ropa. En caso de que el cliente opte, en efecto, por reintegrar la prenda al vendedor, y de que este pertenezca a la red de establecimientos asociados al servicio de correos, el cliente dispondrá gratuitamente de la etiqueta de reenvío. Las oficinas le proporcionarán material para empaquetar de nuevo el envío y disponen asimismo de un sistema para reciclar los paquetes desechados.
La Poste ha informado de que a lo largo de este año el servicio se extenderá a sendas oficinas ubicadas en Valenciennes, Amiens y St. Etienne.
Rechazo de los comerciantes
La iniciativa de los probadores que, según dice La Poste, se enmarca en una estrategia que pretende “simplificar la vida de nuestros clientes”, no ha sido bien recibida por los propietarios de tiendas y comercios. La Confederación de Comerciantes de Francia, que agrupa a 450.000 establecimientos situados mayoritariamente en los centros urbanos, ha dicho en un comunicado que la iniciativa “suscita un descontento profundo entre los comerciantes de proximidad independientes y presenta riesgos serios para el tejido económico local si se despliega a escala nacional”.
“El objetivo no es en absoluto quitar mercado a los comerciantes de los centros urbanos sino, al contrario, generarles tráfico", ha dicho La Poste en respuesta a la Confederación.
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Por su parte, Dimas Gimeno, Socio Fundador y Presidente de la empresa de retail Wow Concept, ha reflexionado así en un post publicado en LinkedIn, sobre la idea de La Poste y su eventual impacto en el comercio: “Si esta iniciativa cuaja y se amplía a la mayoría de oficinas postales, las marcas con una red de tiendas limitada, e incluso los pure players y marcas nativas digitales (sin tiendas físicas), van a acceder a una posibilidad: la prueba e interacción en entregas/devoluciones, que hasta ahora sólo tenían las grandes cadenas de moda”.