El “Grand Prix”, popular programa estival de la televisión en España, ha vuelto este verano a la programación de TVE cosechando una respetable audiencia con el 21,8% de cuota de pantalla y 1.935.000 espectadores de media en las cuatro emisiones que acumula desde el pasado 24 de julio.

Un éxito que, por otro lado, la cadena pública está monetizando con la venta de espacios publicitarios en el programa; algo que ha suscitado la molestia por parte de las televisiones privadas, disconformes con que haya publicidad en un programa que consideran de entretenimiento y no de carácter cultural.

CRTVE aprovechaba la vuelta a la parrilla televisiva del mítico concurso de los años 90 para lanzar una oferta publicitaria, que se ha encontrado con el rechazo de la Unión de Televisiones Comerciales en Abierto (Uteca) porque consideran que el paquete comercializado incluye modalidades que están prohibidas para programas de entretenimiento por la Ley de Financiación de RTVE. 

Concretamente, la oferta comercial que realiza CRTVE de la publicidad asociada al programa consiste en 3 caretas compartidas de patrocinio, 18 autopromociones patrocinadas (careta exclusiva para cada patrocinador: 4 mañana, 5 tarde y 4 prime time) y 2 spots, por 166.500€ por patrocinador durante 7 semanas.

Así, la asociación presentaba el pasado 4 de julio una denuncia ante la CNMC solicitando la suspensión cautelar de la venta de publicidad asociada al programa y alertando del impacto que dicha venta podría tener en el mercado publicitario español.

Desde Uteca se descarta por tanto que el “Grand Prix” pueda ser considerado un contenido cultural. Pero la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha rechazado finalmente la denuncia realizada por las televisiones privadas para que se impida la comercialización de espacios publicitarios en el programa presentado por Ramón García. Y es que la CNMC considera que la oferta comercial de CRTVE "podría estar dentro de los límites de actuación" de la Ley de Financiación y será una "mínima incidencia" la que tenga en el mercado publicitario.

Publicidad en programas de contenido cultural

La Ley de 2009 que suprimió la publicidad en la cadena pública sí permite de forma excepcional la emisión de spots publicitarios y el patrocinio cuando se trate de programas culturales o deportivos. Y ese es uno de los aspectos clave sobre los que discrepan Uteca y RTVE: si se puede considerar al “Grand Prix” como un programa cultural o si es un espacio únicamente de entretenimiento.

Desde Uteca han expresado que se trata de un programa de entretenimiento, y que es definido como tal en la web de RTVE. "No es un programa documental, divulgativo, ni educativo, es un programa de entretenimiento puro y el contenido cultural no prima sobre el de entretenimiento", explica la asociación.

Pese a ello, CRTVE sí ha reivindicado el carácter cultural del programa, alegando que dedica gran parte de su emisión a destacar aspectos relevantes de la cultura española, como el patrimonio artístico y paisajístico o las costumbres y folclores de las diferentes regiones. "La cultura tiene muchos canales de difusión y uno de los principales es el del entretenimiento", afirman.

En su argumentación para haber rechazado las medidas cautelares solicitadas por Uteca, desde la CNMC se apunta que la Ley general de Comunicación Audiovisual no define qué es un programa cultural, "ni puede negarse que un programa cultural sea también de entretenimiento ni que un programa de entretenimiento sea al mismo tiempo cultural".

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Respecto a los efectos “indeseados” que puede conllevar para el resto de cadenas de televisión la detracción de ingresos del mercado publicitario, expuestos así por Uteca, la CNMC considera que es "previsible" que su incidencia en el mercado publicitario sea "mínima", puesto que la oferta comercial es limitada y, según se desprende de la documentación aportada, se reduce a unos ingresos máximos de 500.000 euros por cada programa.

El supervisor ha añadido que, aunque el “Grand Prix” alcance un gran éxito este verano, "nunca va a crear la expectación que produce un mundial de fútbol ni, en consecuencia, provocar una concurrencia multitudinaria de anunciantes" que pueda detraer grandes ingresos del mercado publicitario.

Más info.: Resolución de la CNMC