Los usuarios chinos son los que más consideran que los productos y servicios que usan inteligencia artificial tienen más beneficios que inconvenientes. El número de empresas que han adoptado soluciones de IA se ha más que duplicad entre 2017 y 2022. Las propuestas legislativas que contienen el concepto inteligencia artificial y que se han convertido en normativas ha pasado de 1 en 2016 a 27 en 2022 a nivel global.
Se trata de datos recogidos en el informe “Artificial Intelligence Index Report 2023", elaborado por el Instituto Stanford para la Inteligencia Artificial centrada en el ser humano (HAI) y dirigida por el Comité Directivo del Índice AI, un grupo interdisciplinario de expertos del mundo académico y la industria. Se trata de un informe anual que estudia la evolución de la inteligencia artificial, promoviendo la tecnología de manera responsable y ética.
La investigación recoge artículos, repositorios, publicaciones, reportes y análisis a nivel global sobre aspectos como la legislación, el impacto ambienta, el desarrollo de modelos o el coste de capacitación de los sistemas de IA. La Universidad de Georgetown, LinkedIn, NetBase Quid, Lightcast o McKinsey son algunas de las firmas que colaboran y ejercen como fuentes para la elaboración del documento.
El extenso y profundo análisis se estructura en ocho puntos, de los que desde Reason Why ofrecemos las conclusiones más relevantes:
Investigación y desarrollo
Según el AI Index, la investigación sobre inteligencia artificial está en aumento en todos los ámbitos. El número total de publicaciones se ha más que duplicado desde el año 2010, y se situó en 496.000 en 2021. El reconocimiento de patrones, el aprendizaje automático y la visión artificial se mantienen como los temas específicos que continúan dominando la investigación.
Por otro lado, China continúa liderando el total de publicaciones de revistas, conferencias y repositorios sobre inteligencia artificial, aunque Estados Unidos aún está a la cabeza en términos de citas de conferencias y repositorios. Con todo, el binomio formado por ambas potencias (Estados Unidos-China) ostenta el mayor número de colaboraciones de investigación entre países, pero su ritmo se ha desacelerado. Entre 2010 y 2020 el número de colaboraciones entre las dos naciones se multiplicó por cuatro, pero el número de colaboraciones solo aumentó un 2,1 % entre 2020 y 2021.
Cabe destacar, además, que la industria empresarial ha desbancado al mundo académico en el lanzamiento de modelos de aprendizaje automático: en 2022 hubo 32 modelos producidos por el sector corporativo en comparación con solo 3 producidos por el académico. Esto se debe, principalmente, al acceso a los recursos para llevarlos a cabo.
El informe apunta, en esta línea, que el desarrollo de modelos, que son cada vez más grandes, es cada vez más caro. El entrenamiento de GPT-2, lanzado en 2019, costó aproximadamente 50.000 dólares; mientras que el de PaLM, lanzado en 2022, tuvo un coste estimado aproximado de 8 millones de dólares.
Rendimiento técnico
El informe señala que pese a que la inteligencia artificial continuó publicando resultados de vanguardia, la mejora año tras año en algunos puntos de referencia (benchmarks) sigue siendo marginal y, además, está aumentando la velocidad a la que se está saturando dicha mejora.
2022 fue el año en el que la inteligencia artificial generativa ha irrumpido en la conversación y conciencia social. La fascinación por las nuevas herramientas ha ido en paralelo de sus fallos y errores, dando lugar a alucinaciones y respuestas incoherentes o falsas que han mermado la confianza del público. Con todo, los nuevos sistemas son más flexibles y se muestran capaces de navegar por múltiples y diversas tareas (visión, lenguaje), aunque todavía luchan con tareas de planificación complejas.
Por otro lado, el informe apunta que la IA está, a la vez, ayudando y dañando el medio ambiente. Y es que el entrenamiento del sistema Bloom habría emitido 25 veces más carbono que el viaje aéreo de ida de un pasajero entre Nueva York y San Francisco. En cambio, otros modelos, como Bcooler, muestran como la inteligencia artificial se puede ayudar a optimizar el uso de energía.
Aspectos éticos
Uno de los principales conclusiones del informa es que la barrera técnica de entrada para crear e implementar sistemas de IA generativa se ha reducido drásticamente. Sin embargo, los problemas éticos en torno a esta tecnología -equidad, sesgos, ética en el aprendizaje automático- se han vuelto más evidentes en un contexto en el que las grandes empresas han iniciado una carrera por lanzar modelos y la tecnología ya no está controlada por un pequeño grupo de actores o vinculada exclusivamente al sector académico.
En los últimos meses se ha podido contemplar cómo los generadores de imagen a partir de texto suelen estar sesgados según género o raza, mientras que los chatbots pueden ser engañados para que brinden resultados cuestionables. En esta línea, según datos de la iniciativa independiente AIAAIC (AI, Algorithmic and Automation Incidents and Controversies) el número de incidentes relacionados con el mal uso de la IA está aumentando rápidamente. Concretamente, se ha incrementado 26 veces desde 2012.
Esto ha hecho que crezca el interés por los aspectos éticos de la inteligencia artificial. El documento señala que la cantidad de presentaciones aceptadas en FAccT (Conference on Fairness, Accountability, and Transparency), conferencia sobre la transparencia y fiabilidad de la IA impulsada por la Association for Computer Machinery, se ha más que duplicado desde 2021 y se ha multiplicado por 10 desde 2018.
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Financiación e impacto en la economía
El aumento de las capacidades técnicas de los sistemas de IA han elevado las tasas de implementación de esta tecnología entre empresas, gobiernos y otras organizaciones. Una situación, no obstante, que se percibe a la par con entusiasmo y preocupación ante su posible impacto en la productividad, el trabajo humano o el desarrollo de nuevos perfiles profesionales.
Según el AI Index, la demanda de habilidades relacionadas con la inteligencia artificial está aumentando en prácticamente todos los sectores industriales, al menos en Estados Unidos. Y es que la cantidad de ofertas de trabajo publicadas relacionadas con la IA aumentó en promedio del 1,7 % en 2021 al 1,9 % en 2022.
Por otro lado, el documento señala que, por primera vez en la última década, la inversión privada en IA disminuyó. Concretamente, según datos de NetBase Quid, la inversión registrada en 2022 fue de 91.900 millones de dólares, lo que representó un descenso del -26,7% respecto a 2021. Con todo, durante la última década en su conjunto, la inversión ha aumentado ya que el año pasado fue 18 veces mayor que la de 2013.
Por países, Estados Unidos lideró la inversión privada, habiendo destinado 47.400 millones de dólares a inteligencia artificial, una cifra que supone 3,5 veces más que la de China, segundo país en la lista. Y atendiendo a las áreas, la de mayor inversión privada fue el sector médico (6.100 millones); seguido por el cloud y la gestión y procesamiento de datos (5.900 millones); y fintech (5.500 millones).
El informe apunta también que el número de empresas que han adoptado soluciones de inteligencia artificial se ha multiplicado desde 2017, pero su ritmo de crecimiento se ha estancado en los últimos años. Las organizaciones que han apostado por esta tecnología afirman haber logrado reducciones significativas de costes y aumentos de ingresos en áreas como marketing y ventas, finanzas o gestión de la cadena de suministro.
Se destaca también, atendiendo a una encuesta de GitHub sobre el uso de Copilot, que el 88% de los programadores encuestados se sienten más productivos cuando usan el sistema; que el 74% sienten que pueden concentrarse en un trabajo más satisfactorio y que el 88% consideran que pueden completar las tareas más rápidamente.
Formación y educación
Entre las conclusiones que arroja el AI Index 2023 destaca la de la inteligencia artificial como materia formativa y su creciente especialización. Concretamente, el informe señala que el porcentaje de doctorados en informática especializados en IA sobre el total de doctorados en informática en Estados Unidos se situó en el 19,1 % en 2021, casi duplicándose desde el 10,2% de 2010.
Estos doctorados enfocan sus trayectorias cada vez más al ámbito corporativo frente al académico. En 2011 el 40,9% de estos perfiles aceptaron trabajos en la industria, frente al 41,6% que lo hicieron en comparación con la academia. En cambio, en 2021 la primera de las cifras aumentó hasta el 65,4%, mientras que la segunda descendió hasta el 28,2%.
Asimismo, el informe apunta que el interés por la educación en informática e inteligencia artificial en las etapas de formación primaria y secundaria crece a nivel global. Como ejemplo de ello, cita que en 2021, los estudiantes estadounidenses realizaron un total de 181.040 exámenes de informática, una cifra que se habría multiplicado por nueve desde 2007. También apunta que a partir de ese mismo año, 11 países, incluidos Bélgica, China y Corea del Sur, han implementado oficialmente planes de estudios sobre inteligencia artificial para esos niveles.
Los proyectos normativos aprobados como ley creció de 1 en 2016 a 27 en 2022
Gobernanza y regulación
La creciente popularización de la inteligencia artificial ha llevado a los reguladores a incrementar el escrutinio y las políticas en torno a esta tecnología. Asi lo demuestran los datos analizados en el informe sobre 127 países, que muestra que el número de proyectos normativos que contenían "inteligencia artificial" que se aprobaron como ley aumentó de solo 1 en 2016 a 37 en 2022.
Los casos legales relacionados con IA está empujando, por un lado, la regulación, y por otro, a la propia tecnología. Solo en Estados Unidos en 2022 hubo 110 procedimientos legales en tribunales estatales y federales, cifra que supone aproximadamente siete veces más que la registrada en 2016. La mayoría de estos casos se originaron en California, Nueva York e Illinois y se referían a cuestiones relacionadas con derechos civiles, intelectuales. propiedad y derecho contractual.
Además, el informe apunta que la aproximación a la inteligencia artificial desde la política se está haciendo desde diferentes perspectivas, tal y como se ha podido observar en discursos parlamentarios. Cita así el caso del Reino Unido, que ha debatido sobre los riesgos de la automatización impulsada por IA; el de Japón, donde se ha recalcado la necesidad de salvaguardar los derechos humanos frente a la IA; y el de Zambia, donde se ha promovido el uso de la IA para la previsión meteorológica.
Diversidad y equidad
La explosión reciente de las herramientas de inteligencia artificial generativa ha llevado a su adopción generalizada. Sin embargo, se percibe una disparidad entre quienes la desarrollan y la usan, lo que está dando lugar sesgos sociales y desigualdades. Poniendo el foco en Estados Unidos, el informe destaca que el perfil de los investigadores y profesionales de IA, tanto a nivel empresarial como académico, sigue siendo eminentemente masculino y blanco, aunque ha mejorado sus cuotas de representación
Por ejemplo, en 2021 el 78,7% de los nuevos doctores en IA eran hombres, mientras que solo el 21,3% eran mujeres. Esta cifra, no obstante, ha experimentado un aumento ligero de 3,2 puntos porcentuales en comparación con 2011. Por otro lado, hace más de una década el 71,9% de los graduados en ciencias de la computación eran blancos, una cifra que en 2021 se sitúo en el 46,7%.
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La inteligencia artificial tiene el potencial de tener un impacto transformador en la sociedad y, por tanto, resulta esencial monitorizar las opiniones de los ciudadanos de cara a considerarlas para el desarrollo de soluciones, la regulación o las aplicaciones. A este respecto, según una encuesta de Ipsos, los usuarios chinos (78%), sauditas (76%) e indicios (71%) son los que más de acuerdo están con la afirmación de que los productos y servicios que utilizan IA tienen más ventajas que inconvenientes.
Por otro lado, dicho análisis indica que los hombres son más propensos que las mujeres a sentirse optimistas respecto a productos y servicios de IA, así como a pensar que esta tecnología ayudará más que causará daños o a confiar en las empresas que utilizan inteligencia artificial.
Asimismo, el informe indica que existen sentimientos encontrados respecto a este desarrollo. Los usuarios estadounidenses que aseguran sentirse entusiasmados con la IA lo están respecto al potencial de mejorar la vida y la sociedad, de ahorrar tiempo y de mejorar la eficiencia. En cambio, quienes señalan sentirse más preocupados lo están ante la pérdida de empleos humanos; la vigilancia, piratería y privacidad digital y la falta de conexión humana.
"La IA seguirá mejorando y, como tal, se convertirá en una parte más importante de nuestras vidas. Dada la mayor presencia de esta tecnología y su potencial de disrupción masiva, todos deberíamos comenzar a pensar de manera más crítica sobre cómo queremos exactamente que se desarrolle e implemente la IA", apunta el informe. “También deberíamos hacer preguntas sobre quién la está implementando. la IA se define cada vez más por las acciones de un pequeño conjunto de actores del sector privado, en lugar de una gama más amplia de actores sociales”.
Más info.: AI Index Report 2023
