“Nada volverá a ser como antes. No hay vuelta atrás”.
Algo como esto debió pensar Julio César cuando, en el año 49 a.C., cruzó con sus legiones el río Rubicón que marcaba la frontera entre Italia y la Galia Cisalpina.

Y algo muy similar deben pensar ahora miles de líderes empresariales y responsables de organizaciones en todo el mundo respecto a la crisis del coronavirus. Al menos así entiende Rob Wolcott el proceso de digitalización acelerado que se ha llevado a cabo con motivo de la pandemia. “Hemos cruzado el Rubicón digital”, ha explicado el Co-fundador y Presidente de The World Network (TWIN) en la ponencia “The Digital Rubicon: Proximity and the Future of all Business”, celebrada en el marco de Even Today Is Marketing, el evento 100% online organizado por ESIC para descubrir los desafíos actuales del ecosistema empresarial.

Una muestra de ese cambio de paradigma ha sido la adopción fugaz del teletrabajo en millones de empresas a lo largo del planeta y la migración de las actividades físicas al entorno online. De esta forma, los empleados han podido desarrollar su trabajo de manera más ágil y eficiente, mientras que los consumidores han aprendido a realizar sus compras o consultas a través de los canales digitales sin necesidad de acudir a una tienda o una oficina. “Nos hemos digitalizado en dos semanas. Ha sido como un experimento a escala, algo que recomiendo habitualmente a las empresas ante nuevas innovaciones. Pero ante la crisis, nos hemos visto obligados a transformar completamente nuestros modelos para comprobar si realmente funcionan”, explica Wolcott.

Una vez cruzado este río digital, es el momento de descifrar lo que hay al otro lado. Las compañías dispondrán de aproximadamente cinco años para “decidir cómo ganar o perder”, antes de la implantación masiva del 5G a nivel internacional, algo que transformará radicalmente el sistema productivo tal y como lo hemos concebido hasta ahora. “Las oportunidades de crear nuevos modelos de negocio y aproximaciones al mercado proliferarán y se ampliarán exponencialmente. Si las empresas no entran en este juego, perderán”.

Noticias Relacionadas

Pilar López (Microsoft): “Tenemos una oportunidad única para crear la verdadera economía de los datos”

No se trata de reaccionar ante lo inmediato, sino de adelantarse a lo que va a ocurrir

La evolución de la producción hacia la proximidad

Las tecnologías digitales como esta, o como el Internet de las Cosas, el blockchain o la impresión 3D y la energía solar, tendrán un impacto rotundo en todas las industrias. El conjunto agregado de todas estas herramientas permitirá distribuir y coordinar la recogida y el acceso a los datos, la analítica, la toma de decisiones y la producción hacia puntos más pequeños y próximos en tiempo y espacio. “Como resultado de esta distribución de capacidades podremos acercar la producción de productos y servicios al momento en el que sean demandados”, sostiene Wolcott.

Como ejemplo ilustrativo, el profesor señala el envío anticipatorio en el que está trabajando Amazon. Tras analizar el comportamiento de los usuarios en su plataforma, el marketplace es capaz de enviar aquellos productos buscados por el consumidor a un distribuidor cercano antes de que se realice la compra, de tal manera que está preparado para cuando el cliente decida finalmente adquirir el artículo. “Esto es lo que se llama proximidad. Las tecnologías digitales impulsan la producción y provisión de valor del producto hacia el momento en el que puede ser demandado”.

Atendiendo a esta tendencia hacia la proximidad, Wolcott aventura un futuro en el que los modelos de producción se apoyarán en la hibridación, de tal manera que las compañías combinarán las grandes plantas o fábricas con los pequeños puntos de producción más cercanos a los distribuidores y los consumidores.

Ante esto, el Co-fundador y Presidente de TWIN anima a todos los líderes empresariales, responsables de negocio o emprendedores a mirar hacia adelante en términos de competitividad. “La innovación incremental no nos llevará hacia donde se dirige el futuro, no nos conducirá a un futuro radicalmente diferente. Debemos pensar en cómo ofrecer más valor, más cerca y en menos tiempo”.

Para ello, recomienda hacer un ejercicio de proximidad y preguntarse qué negocios u organizaciones sobrevivirán en el futuro si se logra fabricar y producir los productos y servicios en el mismo espacio y mismo tiempo en el que se produce la demanda.
Con esta reflexión, Wolcott pone en valor la atención de las personas como el recurso más limitado de las compañías y recomienda designar equipos de trabajo dentro de las propias empresas para estudiar las distintas tendencias y centrarse en lo que viene después. “La atención equivale a la creencia. A lo que le prestamos atención afecta a lo que creemos, y lo que creemos afecta a lo que prestaremos atención”, sostiene.

Porque si todo el mundo piensa en los problemas de ahora, nadie pensará en los de mañana. Y siempre habrá un nuevo río que cruzar.