Siguiendo los pasos de Nissan, BMW y Volkswagen, Rolls-Royce pasa a engrosar la lista de marcas automovilísticas que han renovado su identidad corporativa con la intención de adaptarse a un mercado más dominado por lo tecnológico y lo digital y conectar con una nueva generación de consumidores más jóvenes.
De la mano de la consultora de diseño Pentagram, la firma ha actualizado su icónico Espíritu del Éxtasis para convertirlo en la imagen principal de la compañía, aunque ha optado por mantener el conocido monograma de la doble R como un guiño a su historia.
El proceso creativo del rebranding ha durado un año, y su resultado tiene como objetivo modernizar la empresa Rolls-Royce Motor Cars y ayudarla a atraer a un público más joven. Además, busca diferenciarse de la parte de la empresa más ligada a la ingeniería y especializada en la fabricación de motores de avión.
Un Espíritu del Éxtasis renovado
La nueva identidad visual de la compañía pretende reflejar la evolución de la marca y los cambios experimentados en los últimos años hasta convertirse en sinónimo de lujo. Así, la figura diseñada en 1911 por el escultor Charles Robinson Sykes, que representa a una mujer inclinada hacia adelante con los brazos extendidos, ha sido sometida a un proceso de simplificación. Desde Pentagram señalan que la anterior imagen era demasiado compleja para ser utilizada en formatos digitales y, además, ya no se percibía como moderna ni equilibrada.
Los diseñadores han optado por modificar la dirección de la imagen, que ahora mira hacia la derecha, con lo que refuerzan la idea de avanzar hacia adelante y pensando en el futuro. También han reducido el número de marcas reflectantes y han agregado una fina peana a los pies de la estatuilla, dejando claro que se trata de una figura y no de una persona real.
"El uso del Espíritu del Éxtasis marca un cambio en la resonancia de la marca, desde un contexto automotriz a un estilo de vida. Representa una cualidad aspiracional en la esfera del lujo y al colocarla en el centro ahora se puede interpretar como la musa de la compañías, además de los propios automóviles”, ha explicado Marina Willer, Socia de Pentagram.
La nueva imagen ofrece una mayor legibilidad en soportes digitales al alejarse de texturas textiles y acercarse a una ilustración más abstracta, que se ha concretado también en un patrón con presencia tridimensional formada por líneas y que constituirá el fondo de algunas imágenes y materiales. El objetivo de Rolls-Royce no es otro que presentarse como una marca más progresista y tecnológicamente conectada.
Nuevos colores
Los colores también ocupan un papel predominante en el proceso de renovación de la identidad corporativa de la marca. Frente a la paleta dominada por los tonos marrones de la madera y los colores técnicos e industriales del gris, la firma automovilística ha buscado un aspecto más expresivo y lujoso que atrajera tanto a clientes masculinos como femeninos con visión de futuro.
Aprovechando su asociación con conceptos como la riqueza, el poder, el arte o la realeza, Rolls-Royce se ha inclinado hacia el color púrpura para construir su nueva imagen. En un guiño al Espíritu del Éxtasis, la marca ha denominado a la tonalidad definida como "Purple Spirit" (Espíritu Púrpura). Por su parte otros colores primarios y complementarios, como el oro rosa metálico acompañarán a esta tonalidad en diferentes productos.
“Purple Spirit tiene un tono profundo y poderoso. Es un color de la modernidad que evoca connotaciones de la noche oscura y majestuosa. Tiene una energía que evoca emoción con pensamientos de fuerza y ambición, un tono muy adecuado para inspirar grandeza”, señalan desde la marca.
Rolls-Royce conserva la doble R
Por su parte, el monograma de la doble R continuará representando a la marca aunque no se encuentre en la primera línea de estrategia comunicativa. Desde la marca conciben a esta insignia como una expresión atemporal del verdadero lujo, como un identificativo de los padres fundadores de la compañía y un símbolo de la excelencia en la ingeniería y el esfuerzo humano reconocido en todo el mundo.
En cambio, la marca denominativa también ha sido modificada pensando en el futuro. Se deja atrás la fuente Gill Sans Alt adoptando la tipografía Riviera Nights, que presenta extremos viselados en algunas de las letras para dar sensación de movimiento. Cada una de las letras se ha escrito en mayúscula y las R se han aumentado para ofrecer una conexión visual más instantánea con el monograma.
La nueva identidad ha sido diseñada en torno a los conceptos de lo etéreo y lo tecnológico, agregando un aura de vanguardia, modernidad y apariencia contemporánea. En todo momento se ha tenido en cuenta la convergencia de los entornos físicos y online, por lo que la imagen podrá ser utilizada en cualquier superficie, desde la proyección hasta el bordado, desde la impresión hasta el grabado, y podrá contemplarse tanto en los establecimientos globales de la marca como en formatos digitales, conectando los elementos de la cartera de la marca.
La nueva identidad visual verá la luz el 1 de septiembre de 2020.