Una sesión de motivación laboral para buscar un nuevo futuro profesional o la colocación de un cartel de “Se traspasa” en el plató son algunas de las formas en las que “Sálvame” está afrontando su cancelación. Ambas situaciones reflejan, por un lado, el absoluto dominio del humor y de los códigos televisivos por parte del programa de Telecinco; y por otro, las posibilidades de comunicación que el espacio aún puede ofrecer a algunas marcas en su recta final.
“Sálvame” finalizará sus emisiones en el mes de junio
A finales de la semana pasada el diario El Mundo adelantaba la noticia de la cancelación de “Sálvame” y de su fin el próximo mes de junio. El lunes de esta misma semana, Mediaset confirmaba la decisión y la elección de Ana Rosa Quintana y la productora Unicorn Content como responsables del futuro programa que ejercerá como sustituto a partir de septiembre.
Un movimiento que en La Fábrica de la Tele, productora de “Sálvame”, han recibido con tristeza, pero también con poniendo en valor el éxito logrado por el programa durante 14 años. “Se despide un programa que ha cambiado la forma de hacer televisión, ha hecho compañía a millones de espectadores y ha sido modelos de inspiración para muchos otros espacios”, señalaban en un comunicado. “Los finales nunca son fáciles, pero por delante quedan varias semanas en las que la familia de ”Sálvame" se despedirá de su audiencia con gratitud a su enorme fidelidad".
Y, de momento, está haciendo honor a esa promesa, enfrentándose a sus últimas emisiones apostando por su tono de humor particular, la innovación y el entretenimiento. Muestra de ello es la forma en que empezó el programa el pasado lunes, tras haberse conocido su finalización: una charla preparatoria por parte de un experto en formación y motivación de equipos para abordar nuevas entrevistas de trabajo, así como para llevar a cabo la actualización y optimización de currículums.
A por nuevas oportunidades laborales
La decisión narrativa cargada de comicidad e ironía, así como de una profunda carga empática, pues evidencia una situación por la que cientos de sus espectadores, y de ciudadanos en general, han pasado. La iniciativa, además, podría haber sido una gran oportunidad para que una empresa del sector laboral, como pudiera ser Infojobs, Adecco o entidades educativas, pusieran en valor sus productos y servicios demostrando sus capacidades para renovar, adaptar y preparar a los colaboradores de “Sálvame" para un futuro incierto.
No obstante, la sesión fue impartida por Jesús Ripoll, Director General de Helpers Speakers, empresa especializada en motivación y formación de personas en empresas -algunas pertenecientes al Ibex35-, teambulding y gestión de conferenciantes. “No os agobiéis", comentó a María Patiño, Lydia Lozano y compañía en directo. “Yo os voy a dar las pautas para triunfar en una entrevista laboral y realicéis un buen currículum, y os daré las claves para que otros programas y cadenas se peleen por todos vosotros. ¿Sabéis por qué? Porque así es la vida”.
El programa recurrió a un experto en motivación para preparar al equipo para nuevos retos profesionales
Desde Reason.Why hemos hablado con Ripoll para conocer si su intervención formaba parte de un patrocinio por parte de la firma, así como la experiencia de su participación en “Sálvame”. Asegura que "fue algo totalmente improvisado", ya que alas 15h de aquel recibió la llamada del equipo de producción del programa solicitando uno de los speakers de la compañía para que acudiera a plató en 45 minutos con el objetivo de “hablar con todo el equipo antes del comienzo de su primer programa tras el mazazo de saber que el programa finaliza en breve”.
Según nos cuenta, se contactó a tres expertos en motivación, empleabilidad y reinvención laboral, pero ninguno tenía capacidad para acudir al plató en tan corto periodo de tiempo. “Les dijimos que no podíamos ayudarlos. Y nos fastidia porque somos Helpers”; nos explica el Director General de Helpers Speakers. “Ya casi a las 15:15h me volvieron a llamar diciendo que habían visto mi perfil y experiencia y qué por favor fuera yo a darles algunos consejos y animar al equipo”. Jesús Ripoll cuenta con 25 años de experiencia directiva liderando equipos, gestionando tiendas y participando en procesos de fusión, cierre o ERES. Ha trabajado en Leroy Merlín, BodyBell o Naturhouse.
Nos indica que tras aceptar la propuesta, conoció los detalles de su participación en el trayecto hacia el plató de “Sálvame”, como el hecho de que finalmente la intervención se haría en directo al inicio del programa y que después hablaría con algunos de los afectados en privado. “Fue pura improvisación, tirando de experiencia, en un entorno que no es el mío”, comenta a este medio, destacando que apenas consume televisión y que, concretamente, ”Sálvame", "no lo había visto más de 3 minutos nunca".
“Pero cuando una empresa nos llama para ayudar, motivar o formar a sus personas, nos sale ayudar, va en nuestro ADN”, asegura Ripoll. "Me explicaron que en Sálvame no son sólo las caras visibles, al final es una "empresa" con casi 150 trabajadores, que acaban de recibir el mazazo de un despido, de un cierre inesperado que se está enfrentando a los miedos y la ansiedad de si volverán a conseguir trabajo".
Se busca propietario de plató
Y si en la primera emisión tras conocerse su cancelación “Sálvame” trató de reinventar a sus colaboradores y equipo para enfrentarse al mercado laboral, en el de ayer martes, el segundo tras la noticia, buscó un nuevo propietario para el plató que ha ocupado durante 14 años y del que tendrá que despedirse en unas semanas. El programa comenzó con Jorge Javier Vázquez colocando en la entrada de la estancia un cartel que rezaba: “Se traspasa. Razón: la cúpula de Sálvame”.
Para la secuencia, y con la intención de ayudar el programa a tasar el plató, se contó con Gabriel Bautista, que aseguraba ser experto inmobiliario. “Te voy a enseñar el plató, es un interior y hace doce años que no reformamos, que se dice pronto”, le explicó el presentador, señalando en tono de humor que la estancia “ha aguantado “carros y carretas”".
Además, la introducción estuvo precedida una pieza audiovisual en la que el equipo ironizaba con el hecho de que el plató terminara “en manos de fondo buitre que lo convertirá en apartamentos turísticos”; si acabará siendo “un Zara, una tienda de vapeadores o una Casa de las Carcasas” o si “lo comprará una empresa hostelera”. El espacio, no obstante, y al igual que el anterior, bien podría haberse visto amortizado por alguna firma inmobiliaria o portal digital de búsqueda de pisos y locales, como Idealista o Fotocasa, que se apalancara en la narrativa del programa para dar a conocer sus servicios y productos.
Sea como sea, “Sálvame" está demostrando inteligencia a la hora de abordar la compleja situación que atraviesa y poner en valor su fórmula para crear entretenimiento televisivo. Una circunstancia que, de igual modo, puede servir a algunos anunciantes valientes y atrevidos para impulsar su visibilidad vinculándose al programa en un momento en el que la sociedad española tiene su atención puesta, precisamente, en ese plató. Una que, pese a la decisión tomada, podría llevar a Mediaset a potenciarlo como espacio publicitario y rentabilizar sus últimas emisiones.
Poniendo el foco en la audiencia, la expectación ante la reacción del equipo a la cancelación no se ha visto del todo trasladada a los datos, que han permanecido en una línea similar a la registrada hasta el momento. La emisión del lunes promedió un 12.5% de share, congregando 1.085.000 espectadores y alcanzando 3.7 millones de contactos únicos; mientras que la del martes reunió 1.175.000 espectadores y una cuota del 13,6%, la mejor desde el 7 de marzo, según la agencia especializada en audiencias Dos30'. Con todo, “Sálvame” permanece siendo líder de la franja.