Apple se enfrenta en EEUU a una demanda colectiva por parte de sus empleados

  • Los afectados ascienden a 12.000
  • Los empleados han calificado el exceso de seguridad como "vergonzoso" y vejatorio".

Apple se enfrenta en EEUU a una demanda colectiva por parte de sus empleados, por un excesivo control de sus bolsos, mochilas y demás enseres a la hora de abandonar su puesto de trabajo.

El juez de distrito de San Francisco, William Alsup, ha fallado que las denuncias interpuestas en 2013 pasan a formar parte de una demanda colectiva contra Apple, que incluye a 12.000 individuos, entre trabajadores y ex- empleados.  Esta noticia les permite demandar como grupo y les otorga más poder para negociar un acuerdo con Apple. La empresa debería compensar a miles de empleados de 52 tiendas de California, por el tiempo empleado en revisar sus pertenencias. Asi cómo por acusarles previamente de robar a la compañía que, precisamente, les ha contratado.

Muchas veces esas revisiones, en las que incluso se vigilaban los teléfonos y las tarjetas de memoria, se realizaban delante de clientes perjudicando la propia imagen de la marca.

"Es una medida de seguridad vergonzosa y degradante”.

Las quejas han llegado al presidente ejecutivo Tim Cook por parte de dos empleados quienes han calificado la política de control de bolsas de trabajadores como “una medida de seguridad vergonzosa y degradante”.

Asimismo las demandantes Amanda Frlekin y Dean Pelle, han añadido que la vigilancia es constante y que se realizan “cada vez que los empleados salen de la tienda, incluso en las pausas de comida”.

Apple habría mostrado su desacuerdo porque "no todos los gerentes de las tiendas realizaron estos exhaustivos controles";  y porque "hacer cualquier revisión lleva un tiempo mínimo que no merece compensación".

También pasa en Asia

Las críticas por parte de empleados de Apple, también han llegado de Asia. Un trabajador de Apple Store de Pekín envió un correo electrónico, con fecha de 2013, al CEO de la compañía quejándose de que a los empleados se les daba un tratamiento poco humano. "Se nos trata como animales y ladrones" decía el texto. Asimismo, el correo elecrónico señalaba que la salidas de emergencias estaban bloqueada por cajas para no poder evitar el control de enseres a la salida de la tienda.