El cantante David Otero “El Pescao” fue el encargado de abrir el evento Ahora tú el pasado viernes 22 de junio cantando algunas de sus canciones, acción que repitió después del descanso y para dar por finalizado el evento.

Nos estuvo contando su introducción en el mundo de la música y nos demostró la esencia de la vida: podemos intentar conseguir las cosas en pequeños pasos.

David es una persona emprendedora, llena de energía, entusiasmo y optimismo, valores que transmite dentro de sus canciones. Su pasión por la música la tiene desde los 4 años, cuando un vecino fue a la piscina de su casa con un teclado pequeño con luces que se iban iluminando y sonaba cuando las tocabas. Se quedó alucinado con aquello y, desde entonces, su obsesión fue tener un teclado. Cada vez que iba al Corte Inglés se paraba en los teclados y decía “Papá, quiero uno”. Quería entrar en todas las tiendas de música y se convirtió en una especie de obsesión: todo lo que quería hacer era tocar. Y fue a los 13 años cuando se metió en su habitación a escribir letras y a tocar con su guitarra porque le daba vergüenza cantar delante de la gente. Pero fue un verano, a los 16 años, cuando empezó a cantar delante de los amigos.

La música era su obsesión, pero jamás llegó a pensar que sería el motor que movería su vida y que se dedicaría a ello profesionalmente.

Cuando se dio cuenta, su vida dio un gran cambio y le tocó salir de su habitación y empezar a buscar grupo. Le surgió la oportunidad de montar uno con su primo Dani Martín y fue así como se formó El Canto del Loco, una de las experiencias más bonitas de su vida a pesar de haber tenido que dejar algunas cosas a mitad de camino.

David nos confesó que, al principio, te da miedo salir de ti mismo para enseñarle lo que estás haciendo a los demás. Pero, una vez das ese primer paso, descubres que cada vez te puedes ir lanzando más, que eres capaz de afrontar nuevos retos y tirarte a la piscina. 

Una vez en la cumbre, después de 12 años de gira con El Canto del Loco y cuando las cosas mejor le iban al grupo, deciden hacer otro cambio más impresionante y meditado todavía: empezar cada uno su carrera en solitario. Este cambio lo vieron como una oportunidad de no quedarse en la comodidad porque las cosas iban bien. Decidieron que tenían que darle un cambio radical a sus vidas porque lo que más les apetecía era hacer otro tipo de música, conectar con otro tipo de gente, tocar con otras personas. Lo hicieron porque, a pesar de ser una acción muy arriesgada, siguieron a su corazón y a su instinto. Y no se equivocaron. Cuando sigues los latidos de tu corazón, siempre vas a acertar contigo mismo.

David lo ha tenido y lo tiene bastante claro: Hay que arriesgar, luchar, esforzarse y ser super persistente para conseguir lo que uno quiere en la vida. La inspiración no te llega así porque sí, te van llegando ideas. No hay que desesperar porque, la mayoría de las veces, te llevas muchas horas buscando luces en pequeños destellos.