“Esto es una especie de orgía del networking. Me encanta”. Sergi Grimau, ex jugador de baloncesto y autodenominado “conseguidor de cosas”, ha empezado su ponencia en el evento “Ponte Cara” con esta declaración de intenciones. Tenía el reto, ha confesado, de sustituir nada menos que a Pere Brugal, Director de Marketing de Tesla para el sur de Europa, así que, sin perder tiempo, comenzó a desvirtualizarse sacando la artillería pesada.
El reto de ser buenas personas
“He sido jugador de baloncesto profesional desde los 18 años, no tengo estudios universitarios, pero sí una capacidad innata para las personas”.
Sergi Grimau se ha puesto como ejemplo de que para llegar a ser Director de Marketing de una empresa que exporta aceite a 140 países, no hace falta seguir los canales que se presuponen oficiales. “A mí me eligieron para el puesto por ser como soy, por mi inquietud personal por formarme y tener los ojos siempre bien abiertos. Mi secreto es la naturalidad y eso es algo que se está perdiendo”.
Dejar huella
Enlazando con el concepto de la naturalidad, Sergi ha explicado que todos tenemos nuestra propia esencia, algo que nos hace únicos. “Tenemos que potenciar nuestro mejor lado, ser nosotros mismos y dejar huella. Eso es lo que funciona”.
Lo dice alguien que confiesa haber creado su propia marca personal sin apenas darse cuenta. De manera involuntaria. El Presidente de Special Olympics Catalunya, una entidad que promueve el deporte para personas descapacitadas y uno de los proyectos que más le motiva a día de hoy, confiesa que “un abrazo le cambió la vida”. Esta es su manera gráfica de explicar que el fondo y la razón de ser del networking es ayudar a los demás a que se sientan mejor: “Desearle a alguien que tenga un buen día mirándole a los ojos puede generar un gran cambio. Probadlo”.
Tener una buena agenda
Para ser un “as del networking” es fundamental tener una buena agenda. Eso lo sabe bien Sergi Grimau que ha explicado que no basta con tener 5.000 contactos guardados en el teléfono, sino que hay que saber organizarlos y clasificarlos: "Eso me ha servido para poder tirar de personas que he conocido hace diez años". Pero, a la hora de levantar el teléfono, también hace falta un poco de sentido común: “No podemos plantarnos delante de alguien que no conocemos a pedir. Tenemos que contarle algo interesante, dejar nuestra huella para que nos recuerde y sepa que tenemos muchas cosas que aportar”.
Desde sus 2 metros de altura, Sergi Grimau ha animado a los 160 asistentes al primer "Ponte Cara" a trabajar el networking empezando por ser "buenas personas".