Shein, el gigante chino de la moda rápida, aspira a alcanzar una valoración de 90.000 millones de dólares de cara a una posible salida a bolsa en el mercado estadounidense mediante el lanzamiento de una oferta pública de venta (OPV). 
Así lo afirma una información publicada por Bloomberg en la que también se detalla que ese valor que aspira a alcanzar Shein está lejos de los 50.000 millones que se le asignan actualmente a partir de transacciones privadas de su capital.

La valoración a la que Shein aspira ahora es apreciablemente superior a los 64.000 millones de dólares en los que la compañía fue valorada en una ronda de inversión que tuvo lugar el pasado mes de enero. La cifra sin embargo, está por debajo de los 100.000 millones en los que se valoró la compañía en otra ronda de financiación que tuvo lugar en abril del pasado y que la convirtió en la start-up con más alto valor del mundo. 

Las informaciones publicadas por los medios estadounidenses señalan que Shein no ha decidido aún la fecha de su eventual OPV al tiempo que mencionan que la eventual operación puede encontrarse con dificultades debido a las controvertidas prácticas de la compañía. 

Mucha ropa a precios muy baratos

Fundada en china hace diez años, Shein ha conseguido un enorme éxito gracias a un modelo basado en la predicción de la demanda mediante análisis de datos y en la producción muy rápida de grandes cantidades de lotes de ropa pequeños -lo que le evita problemas de inventario- a precios irrisorios. Se estima que la media de lanzamientos de la compañía es de 15.000 artículos al mes.

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Su oferta ha cautivado a la Generación Z pero a la vez recibe muchas críticas por explotación de sus trabajadores, daños al medio ambiente y violación de los derechos de autor. Shein ha anunciado la puesta en marcha de iniciativas en el campo ESG para acallar algunas de estas críticas, aunque no ha conseguido eliminar los componentes controvertidos de su imagen. Otro reto que se señalan los analistas del sector es la creciente competencia que le presenta Temu, otra compañía textil originaria del mercado chino. 

Los medios también subrayan cómo, en un intento por reforzar su perfil multinacional frente a su origen chino, la compañía trasladó del año pasado su sede central a Singapur y ha fichado a ejecutivos de diferentes nacionalidades para ocupar puestos de alta dirección.