En el sector de la comida rápida hay una nueva moda: las fotos y vídeos de empleados haciendo guarradas con la comida. El último en apuntarse ha sido Subway.

Un empleado ha subido dos fotos comprometedoras a Instagram, con el nombre de usuario @weedpriest. En una de ellas se ve una botella con un líquido amarillo y el texto “hoy he congelado mi pis en el trabajo”. En la otra aparece un hombre frotando su pene con un pan de bocadillo de Subway, con el texto “Mi nombre es @ianjett y hoy seré tu artista de sandwich”.

Los dos empleados, Ian Jett (@ianjett) y Cameron Boggs (@weedpriest) han sido despedidos. Y hay que decir que, además de guarros, no son muy originales... Este tipo de escándalos en restaurantes de comida rápida se están convirtiendo en algo habitual.

El primero fue Domino’s Pizza, con un vídeo en que dos empleados hacían varias porquerías con la comida. La más surrealista, tirarse un pedo sobre el salami...

Lo siguió Burger King, con un escándalo por una foto en la que un empleado aparecía pisando la lechuga. También Taco Bell ha participado en la moda con una foto de un empleado chupando los tacos.

Todas estas historias han acabado igual: con los trabajadores despedidos y la empresa enfrentándose a una crisis en Social Media. Y lo más sorprendente es que los empleados de Subway parecen no haberlo sospechado. En una entrevista con el Huffington Post, han asegurado que las fotos eran una broma y que no las hicieron en el restaurante, sino en casa.

¿Realmente se puede ser tan tonto?

La única explicación lógica al asunto es que los dos trabajadores quisieran ser despedidos y aprovecharan la ocasión para hundir a la empresa. Pero después de tantos escándalos, hay que preguntarse si puede ser una estrategia de la empresa.

¿Cómo? ¿Por qué un restaurante sacaría una foto que le perjudica?

Es cierto que las fotos asquerosas provocan quejas y acaban en desastres en Social Media. Pero luego pasa el tiempo. Y el nombre de Subway ha sonado por todas partes. Además, estas cadenas de restaurantes tienen tantos establecimientos que es fácil que los clientes piensen que las fotos y vídeos son casos aislados en restaurantes muy muy lejanos, o incluso que las identifiquen con todo el mundo de la comida rápida en general...

En cualquier caso, es una estrategia tremendamente arriesgada y dudamos que cualquier experto en marketing se la recomendara a alguna marca. Pero cuando vemos una moda de este tipo popularizarse, tenemos que sospechar...