En algunos prototipos el futuro de los supermercados está dominado por robots que seleccionan las piezas de fruta mientras los consumidores pasean a sus anchas por el establecimiento. Pero el ruso Semenov Dahir Kurmanbievich no lo ve tan claro. Para él los clientes se desplazarán en su propio vehículo por las tiendas, espacios que estarán configurados como una estación de servicio.
Según este modelo, los compradores podrían conducir hasta estanterías giratorias y navegar a través de los estantes mecanizados mediante unos mandos, para seleccionar y coger lo que necesiten.
Con esta apuesta, Kurmanbievich pretende “resolver el problema técnico de la mejora de la calidad del servicio a la vez que proporciona la máxima comodidad al elegir los productos, reduciendo los tiempos de los clientes y los costes del diseño comercial de los productos”.