Cómo entra una palabra nueva en el diccionario

Dron e hipervínculo son dos de las últimas palabras que la RAE ha decidido incorporar a su Diccionario. Exactamente, ¿qué es lo que hace que una palabra sea aceptada por las academias de la lengua?

Cada año hay algunas palabras nuevas que incorporar al Diccionario. Pero, ¿cómo llegan hasta ahí y quién las elige? Kory Stamper, lexicógrafa de Merrian-Webster, tiene la respuesta a la pregunta de cómo se hace un diccionario.

 

No hace mucho conocíamos la noticia de que palabras como dron, hipervínculo o precuela se incorporarían a la próxima edición del Diccionario de la RAE. Son palabras que todos conocemos y que muchos ya usamos. El reto está en la definición que se hace de esos nuevos términos.

 

Stamper asegura que definir una palabra es tan increíble como agotador.

“Cuando contratamos a un editor en Merrian-Webster éste va a clase de lo que llamamos “Estilo y Definición” para aprender a desgranar la gramática. El editor se encargará de analizar qué parte de la oración representa la palabra en cuestión para poder hacer las definiciones del diccionario. A la hora de hacer esas definiciones es el editor quien decide si la palabra ya tiene suficientes definiciones o si, por el contrario, es necesario elaborar una nueva porque ha surgido una nueva acepción del término”.

 

La definición suele ser sencilla de deducir por el contexto de una palabra, pero a veces no lo es tanto. Las palabras más complicadas de definir son las del tipo “pero”, “como”, “ser” …

Un editor puede pasar meses trabajando en esas palabras.

 

En cuanto a la tendencia de considerar que una palabra ya es oficial en el momento en el que entra en el diccionario, como ha pasado recientemente en España con “hipervínculo”, Stamper asegura que es algo que le estremece. “Los diccionarios no están a la vanguardia”. Y es que cuando una palabra entra en el diccionario y se dice que es “oficial” significa que se ha usado tanto que ya es parte del lenguaje. Y como los diccionarios son el registro de la lengua, incorporan esas palabras porque ya están extendidas en la sociedad.

 

En el caso de la RAE, es lo que llaman “hondo calado social” lo que determina si una palabra entra o no en las siguientes ediciones del diccionario. Para la XXIII edición los académicos de la lengua española han considerado que palabras como tuit, red social, pilates o bótox bien merecen una definición.