Este 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión, un medio que está cambiando. Desde su popularización a pincipios de la década de los 60 hasta hoy, este medio ha evolucionado mucho. Actualmente, los servicios de contenidos en streaming como Netflix son cada vez más populares entre los espectadores.
Prueba de ello es que el servicio norteamericano cuenta actualmente con más de 69 millones de suscriptores en todo el mundo. En España espera llegar a un tercio de los hogares españoles en solo 7 años.
Según Reed Hastings, cofundador y CEO de Netflix "A los espectadores de todo el mundo les encanta ver la televisión por Internet porque les proporciona una experiencia de calidad superior”. Estas son algunas de las claves del éxito de Netflix:
Los espectadores son los dueños de la programación
La posibilidad de elegir siempre qué queremos consumir, sin horarios ni cortes publicitarios y con una amplia programación de calidad ha conquistado a los espectadores.
Ahora el público puede personalizar sus contenidos y decidir qué quiere ver, cuándo quiere verlo y dónde quiere verlo. Como resultado, Netflix ofrece más de 69 millones de canales individuales para cada uno de sus 69 millones de suscriptores.
Boom de las series
En los últimos diez años las series de televisión han pasado de ser un mero entretenimiento a convertirse en objetos de culto del siglo XXI. A raíz de esta evolución, muchos directores, actores y actrices han dado el salto de la gran a la pequeña pantalla.
Ejemplo de ello son Kevin Spacey, protagonista de House of Cards, los hermanos Wachowski, coproductores ejecutivos de la serie Sense8 o Sofia Coppola y Bill Murray, directora y protagonista respectivamente de A Very Murray Christmas.
El aumento de la oferta cuantitativa de series ha provocado una mayor fragmentación de la audiencia. Un estudio realizado por Netflix desvela el momento en que las series más populares enganchan a los consumidores.
Se desconoce qué es lo que hace que un episodio en concreto sea la raíz de una adicción pero se asegura que, cuando lo vemos, hay grandes posibilidades de que no podamos resistir la tentación de continuar viéndola hasta el final. En concreto, un 70% de los encuestados llegaron al final de la temporada o incluso de la serie, después de ver ese episodio.
Nuevos lenguajes, nuevas formas de consumo
La nueva forma de ver televisión está revolucionando también el lenguaje: “Binge-watching” es el término que se utiliza cuando nos damos un atracón de series. “Spoiler” es aquel que adelanta información de una serie arruinando el suspense o la sorpresa final.
La televisión ya no se ve solamente en casa, sino que Internet permite que pueda verse en múltiples dispositivos y por tanto en el lugar que quieras: en el gimnasio, en la oficina o incluso si estas desplazándote de un lugar a otro.