La coyuntura de crisis económica ha forzado a muchos hogares a mirar, y mucho, el precio antes de pasar por caja. Y, además, ha puesto contra las cuerdas a muchas marcas, que deben mantener a raya sus estrategias de precios para subsistir en el mercado.
Y es que el precio es la variable que más decisiones de compra impulsa, seguido de la variedad de surtido y las ventajas de las tarjetas de fidelidad.
Así lo recoge el informe “Actitudes del shopper ante la distribución”, elaborado por Kantar-WorldPanel, sobre la percepción de las cadenas de distribución en España.
Según se desprende de este estudio, el 74% de los hogares españoles basa la elección de establecimiento en la relación calidad-precio. Una medida que ha beneficiado a las grandes cadenas de distribución low cost como Mercadona, Lidl y Dia, que han visto aumentar su cuota de mercado hasta en un 34%.
Un 66% de los hogares, en cambio, considera más relevante la proximidad. Y es que los consumidores se desplazan cinco veces menos al año a comprar productos de gran consumo. Eso sí, llenan más sus carros en cada visita. Así, el desplazamiento es cada vez menos un elemento crítico a la hora de elegir lugar de compra.
Pero no por ello los consumidores renuncian a los productos que más les gustan. De hecho, el 44% de los entrevistados reconoce que dejaría de comprar en un establecimiento que no contase con sus marcas de confianza.
Por otra parte, las tarjetas de fidelidad y la variedad de surtido son otras de las razones que pueden orientar la compra en uno u otro establecimiento. Según recoge el informe, las grandes superficies tipo hipermercado o supermercado son las mejor valoradas por el público.
En cuanto a las tarjetas de fidelidad, Carrefour y Dia son los que más confianza suscitan en el comprador.