Los consumidores buscan en los wearables funciones que vayan más allá de su utilidad básica y les hagan la vida más fácil, ayudándoles a mejorar su salud o su productividad. Y es que, después de cederles sus datos, necesitan obtener algo a cambio.

Esta idea se deriva del estudio Shift 2015, de Mindshare y la Universidad de Londres, en el que se han explorado las oportunidades que abren estas tecnologías para los anunciantes. Todo ello a través de un experimento con pruebas reales de dispositivos en el día a día de 14 personas del Reino Unido.

Durante un mes, los participantes utilizaron relojes inteligentes, pulseras de fitness, monitores para el corazón, cámaras y anillos inteligentes. De este modo, pudieron experimentar cuál era el impacto real de estos dispositivos en su rutina diaria y los usos que se les podían dar.

Del estudio se deriva que el mercado británico muestra una actitud favorable hacia los wearables, siendo previsible que su penetración aumente en hasta un 16% durante los próximos 12 meses.

Por tanto, estos dispositivos pueden ayudar a acercar la marca a un entorno casi
íntimo con el usuario. Sin embargo se enfrentan a un problema que deberán sortear: casi no hay pantallas para mostrar sus mensajes.

¿Qué necesidades cubren los wearables?

• Flujo: La necesidad más demandada por los participantes del estudio se ha centrado en facilitar los actos de la vida cotidiana. Ejemplo de ello sería abrir el coche desde el dispositivo o pedir un café antes de llegar al bar para evitar esperar en las colas.
• Reflexión: Si se usa un wereable durante un tiempo determinado, este proporciona suficientes datos como para que el usuario se analice en ese periodo y reflexione cómo mejorar su vida.
• Afinidad: La conexión con la familia, amigos o grupos de interés puede verse potenciada con el envío de información como latidos del corazón o abrazos digitales.
• Rendimiento: Estos dispositivos pueden ayudar al usuario durante su entrenamiento para mejorar su rendimiento deportivo.
• Valor del intercambio: Los usuarios estarán dispuestos  ceder información a las marcas siempre que reciban un beneficio a cambio como descuentos o cupones.
• Expresión personal: Los wearables son una forma de expresar la identidad. Por ello, se usan para ser vistos y que el usuario se sienta bien, por su diseño y materiales modernos.

El uso de los wearables

El estudio, además, ha presentado una serie de ideas para el uso de las tecnologías ponibles según las preferencias de los usuarios.

• Informarme de cómo duermo y qué comportamientos me hacen dormir bien o mal (50%)
• Avisarme de cuándo tengo que moverme porque he estado quieto mucho rato (42%)
• Avisarme de las notificaciones o mensajes más importantes (41%)
• Registrar cuándo estoy fuera de casa para que grabe mis programas favoritos de TV (38%)
• Que se dé cuenta de mi estado de ánimo y me sugiera actividades para ayudarme a calmarme/energizarme/motivarme (35%)
• Monitorizar mis logros en ejercicio y dieta a cambio de descuentos o cupones en mi supermercado habitual (35%)
• Monitorizar mi nivel de ejercicio a cambio de deducciones de impuestos (31%)
• Las tiendas podrían identificarme cuando estoy cerca y preparar mi compra si esperas ni colas (31%)
• Abrir y arrancar el coche para no tener que llevar las llaves conmigo todo el tiempo (31%)
• Monitorizar mi nivel de ejercicio a cambio de descuento en mi seguro médico (22%)

¿Cómo pueden aprovecharlo los anunciantes?

Los wearables no sólo presentan un amplio abanico de posibilidades para los usuarios. Las marcas también pueden verse beneficiadas aprovechándose del cambio a las tecnologías ponibles.

• Notificaciones push: para comunicar ofertas de un establecimiento en el que nos encontramos o mensajes motivadores en una carrera.
• Búsquedas de pago: En Estados Unidos el 41% de las búsquedas en smartphones ya se producen por voz, algo que se generalizará en el caso de estas nuevas tecnologías.
• Personalización de contenido basada en datos.
• Ofrecer servicios diferenciados para el usuario.
• Ofrecer experiencias de valor.

Según Midshare, los anunciantes se encuentran inmersos en investigar las posibilidades que ofrece el móvil, pero el salto a los wearables aún presenta algunos retos que deben superar.

“Más allá de banners, búsquedas y social media, el papel principal del móvil es conectar el mundo físico y digital en eventos deportivos, en el pasillo del supermercado o enfrente del televisor. Y esta conexión solo puede ir a más con la llegada de los dispositivos tecnológicos ponibles. Por eso creemos que ya ha llegado el momento de experimentar ya todas sus posibilidades de comunicación”, ha comentado Pilar Martínez, Head of Mobile de Mindshare Spain.