Mochileros, amantes del lujo, dependientes de la pulsera del todo incluido en el hotel, viajeros rurales... los hay de todo tipo pero lo que no sabíamos es que hubiera un grupo de personas que vive en un constante viaje sobre el mar.
No, no estamos hablando de un crucero al uso, una experiencia demasiado impersonal para muchos. Estamos hablando del único barco del planeta que recorre las aguas del mundo mientras sus habitantes siguen con su día a día en el interior. The World, así se llama este barco privado propiedad de los residentes que viven en él.
Los afortunados residentes de The World tienen nacionalidades de 19 países diferentes y no son más de 200. Viven repartidos en 165 "casas" que pueden decorar a su antojo. The World es como una gran urbanización de lujo capaz de moverse sobre el mar.
La idea de este modelo de negocio se le ocurrió a Knut U. Kloster, un noruego cuya familia tiene una larga trayectoria en la industria de los cruceros. El barco fue construido entre Suecia y Noruega durante el 2002 y en 2003 sus residentes lo compraron.
Pero Knut U.Kolster no trabaja solo. Cuenta con la ayuda de la empresa con sede en Florida ROW Management, que se encarga de las operaciones y la administración de la nave. Y son los residentes, a través de su junta directiva cuyos miembros eligen entre todos, los que negocian con la empresa los diferentes aspectos de su vida marítima: gestión del itinerario, finanzas...
Sin duda, una experiencia única para muy pocos afortunados: viajar y seguir con tu vida, el sueño de muchas personas. Sus habitantes están un máximo de 3 días en el mismo puerto. Pueden organizarse como ellos quieran:
“Durante el día puedes disfrutar de un masaje balinés, de un café en la cafetería local o dar un paseo en kayac por el mar. El mismo mar que te inspirará nuevas ideas para tu negocio. Tal vez te guste el fino humo del tabaco hecho a mano en el Cigar Club. O quizá prefieras quedarte dormido en una cama balinesa bajo el cielo estrellado de Bali”. - The World
Y es que The World tiene 6 restaurantes, una tienda, un gimnasio, una sala de juegos, un simulador de golf, un campo de tenis, piscina, spa y zonas para tomar copas. Además, también cuentan con todas las ofertas de ocio comunes en cualquier ciudad: un teatro, un cine, una biblioteca y una sala para conciertos. Y, por supuesto, tienen Internet.
El resto de los habitantes del mundo que vivimos en nuestras casas ancladas a tierra firme, podemos seguir la ruta de estos peculiares viajeros mientras estamos en nuestro viaje habitual de metro o autobús. Ahora mismo están en una minúscula isla al sur del Océano Pacífico llamada Easter Island...
