El ministerio de Salud brasileño ha retirado la polémica campaña “Soy feliz siendo prostituta” y ha despedido a su responsable. La campaña pretendía reducir los perjuicios contra las trabajadoras sexuales. Con la frase “Sin vergüenza, chica”, los carteles también animaban a las prostitutas a usar preservativos para prevenir enfermedades.
Partidos políticos y medios conservadores han criticado duramente la campaña. Los opositores defienden que los carteles “glorifican” la prostitución. "Estamos luchando contra la prostitución infantil y de repente se lanza una campaña que la ensalza", ha sido la crítica de Liliam Sá, una diputada federal.
Lo cierto es que en ningún momento se ensalza o se menciona la prostitución infantil, y las protagonistas de la campaña son todas de mediana edad. Tal vez no se ha usado ninguna imagen de una prostituta joven para evitar que se asocie con menores de edad.
La campaña sólo ha sobrevivido cuatro días a la polémica. Se lanzó el 2 de junio, día mundial de las prostitutas, y se ha retirado hoy.
También contaba con dos vídeos, que hablan del perjuicio y el rechazo a las prostitutas por asociarlas con el SIDA.
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