Cómo emprender haciendo del miedo un aliado

La Universidad Camilo José Cela ha organizado unas jornadas sobre emprendimiento en las que se han abordado algunos de los ingredientes necesarios para lanzar una idea al mundo real. El primero de ellos es desprenderse de cualquier tipo de miedo.

¿Se puede crear una sociedad con espíritu emprendedor?

Desde la Universidad Camilo José Cela de Madrid han tratado de convencernos de que la universidad es el lugar perfecto para sembrar la semilla. Con unas jornadas dedicadas al emprendimiento, hemos asistido a un recorrido representativo de lo que sería todo el proceso para convertir una idea en un negocio, paso a paso.

 

¿Por dónde empezamos?

El primer socio, imprescindible, es el empowerment. Se trata de un conjunto de técnicas que nos permiten mucho más que aumentar nuestra autoestima y sentirnos capaces de llevar a cabo nuestro proyecto. Gracias al empowerment, somos realmente capaces de actuar. 

 

Fernando Álvarez, especialista en gestión del comportamiento humano, y Elvira Muliterno, especialista en empowerment femenino, fueron los encargados de llevar a cabo el primer taller de las jornadas. 

 

El primer paso: identificar lo que nos frena

¿Cuál es el mayor miedo? ¿Fracasar? ¿Perder la seguridad de un empleo fijo? ¿O tal vez nos frena la falta de confianza de los demás? Nadie ha dicho nunca que emprender fuera fácil. Siempre hay cosas dispuestas a frenarnos.

 

Por eso, pasamos unos minutos reflexionando sobre estos temas en este primer taller.

El miedo al fracaso es uno de los mayores frenos que identificamos entre los asistentes. Pero el fracaso forma parte del emprendimiento, explica Fernando. El miedo es natural, y es lo que evita que seamos "temerarios kamikazes". Pero el miedo paralizador tampoco nos sirve. Hay que aprender a convivir con el miedo y usarlo como una herramienta más.

 

 

Con Fernando y Elvira aprendimos también sobre Programación Neurolingüística: grabar en nuestra mente momentos de éxito, volver a sentirnos como aquella vez que conseguimos lo imposible.

Así aprendemos a cambiar nuestra visión y podemos centrarnos en el win-win.

 

Después de una tarde de trabajo introspectivo, acabamos con un ejercicio de liberación. Elvira nos propone escribir los miedos y los sentimientos que nos paralizan en un globo. Y luego... ¡bum! Lo hacemos explotar.

 

 

Una imagen que hay recordar y evocarla cada vez que los miedos vuelvan a asomarse.