La tele ya no necesita sexo para llamar la atención

Quien más, quien menos, todos estamos ya acostumbrados a eso de prestar atención a varias cosas a la vez. ¿Ver la televisión mientras hacemos otra tarea? Pan comido.

Estar con el móvil mientras vemos algún programa de televisión, o ver algo en la tele mientras estamos con el móvil ya es como un modo de vida. Las redes sociales le dan ese puntillo que les falta a los programas de televisión, que cada vez parece que son menos originales. Comentar en las redes lo que vamos viendo en otra pantalla está de moda. 

 

Por ejemplo, el último gran éxito de España, Splash, debe gran parte de su fama a Twitter, que desde el minuto uno fue el elegido para retransmitir detalle a detalle todo lo que pasaba en el programa. Y podríamos decir lo mismo de Gran Hermano, Sálvame, o de los demás programas que ofrece la tele en España.

 

Un estudio realizado por MEC y Seven Network ha demostrado que la gente que utiliza el móvil mientras ve la televisión presta un 9% de atención y participa más en el programa. El experimento se hizo en la final de Factor-X de 2012, grabando a un grupo de personas mientras veían el programa. 




Los patrocinadores se estarán frotando las manos. Hacía bastante tiempo que la televisión no aumentaba sus cuotas de atención sin necesidad de mostrar contenidos de sexo explícito, violencia y demás. Las redes sociales abren así una vía nueva que lleva a que la gente retenga más la información y además lo haga voluntariamente. “Seven Network va a utilizar esa información para mejorar la eficacia de las comunicaciones de nuestros clientes”, ha asegurado Kurt Burnette, jefe de ventas de la compañía. 

 

Los reset moments’ son una de las novedades que se han descubierto gracias a este estudio. A partir de ellos se demuestra que recordar los momentos clave de un programa es muy eficaz y aumenta el nivel de participación del usuario casi en un 26%. Su funcionamiento es sencillo: se estudian y extraen en ‘directo’ los momentos que más repercusión están teniendo en las redes sociales y se elabora con ellos unos minutos de contenido adicional, que se desperdiga por toda la parrilla de programación de esa franja horaria. ¿El resultado? La gente vuelve a ver los momentos que más les han gustado, aumenta su nivel de atención y, probablemente, se le da más bombo al tema. 



Splash



Lo mejor de este estudio es que hasta ahora no se habían podido medir con exactitud las respuestas neurológicas al visionado de un directo de televisión. A través de las interacciones del usuario se puede definir con mucha más exactitud lo que pasa por la cabeza de la gente. Y, por ende, adaptar la programación para que sea lo más efectiva posible.