Cuando Palmer Luckey fundó Oculus VR supimos que la realidad aumentada para la gran masa ya no sería más una cuestión de ciencia ficción. Este fan de los videojuegos se ha hecho multimillonario con sólo 21 años. Y es que su empresa ha sido adquirida por Facebook por 2.000 millones de dólares. Mark Zuckerberg ha visto en ella el futuro de la comunicación.

Palmer Luckey empezó a desarrollar sus propios cascos de realidad aumentada cuando todavía era un acolescente. Fue un poco más adelante cuando creó el primer prototipo de gafas de realidad aumentada para su venta al consumidor. Las llamó Oculus Rift.

“Te las pones y sientes como si estuvieras dentro del videojuego en lugar de tener que estar mirando una pantalla”, comentaba Palmer Luckey sobre su nuevo producto.

A partir de entonces Palmer Luckey comenzó una campaña en Kickstarter con la que consiguió recaudar 2,4 millones de dólares en 2012. Un año después la empresa de Palmer Luckey logró una financiación de 91 millones de dólares, dio trabajo a 50 personas y lanzó una versión beta de Oculus Rift para que los desarrolladores de videojuegos pudieran trabajar sobre ella.

A día de hoy Palmer Luckey es multimillonario. Facebook ha comprado su empresa por 2.000 millones de dólares cuando ni siquiera se ha puesto el producto a la venta.

La educación de Palmer Luckey

Palmer Luckey es uno de esos chicos que nunca ha ido a una escuela normal. Hizo home schooling, permitido en EEUU, que consiste en educar a los hijos en casa. De adolescente ya era todo un experto en arreglar el iPhone y más adelante trabajó como ingeniero para el Instituto de Tecnologías Creativas de la Universidad de California Sur.

Cuando tenía 19 años se unió a Brendan Iribe, que había trabajado en una empresa de juegos en red. Juntos empezaron a desarrollar unas gafas de realidad virtual para los amantes de los videojuegos. Llamaron a la empresa Oculus (en latín, ojo).

La revista Forbes ha elegido a Palmer como una de las 30 jóvenes promesas menores de 30 años por haber fundado una empresa que, con 50 empleados, está causando sensación en el mundo de los videojuegos.

Y ha batido récords: en dos años, sin producto comercializado para el gran público, ni clientes, Oculus ya vale 2.000 millones de dólares.