Las empresas ya conocen la importancia que tienen los datos de sus clientes. Pero lo que aún está naciendo son las aplicaciones para sacar partido de ellos. En este sentido, hay muchas empresas que ya están trabajando en ello. Así lo hemos podido comprobar en el evento Innodata organizado por Adigital.
Por ejemplo la editorial HarperCollins ya tiene claro que el Smart Data es una de las cosas que más valor aportan a su proyecto. Su fórmula para el éxito: Big Data + Big Ideas = Big Impact.
Eloy Sasot, Global Director Pricing & Analytics, explica que “invertir en la gente adecuada y focalizar en lo queremos”, así como “ser creativo”, son algunos de los principios para tener éxito con el Data Science.
Cómo usar los datos
Para Julio César Arpírez, Co-founder & CTO de Zhilabs, es imprescindible que exista “una separación entre los datos de los usuarios y su identidad”. Con esta premisa, su empresa ya trabaja en el Big Data en usos tan diversos como “ingeniería de redes, planificación, marketing o customer care”.
Por su parte Álex González, Data Research de Outliers Collective, opina que la geolocalización puede ser clave usada conjuntamente con el Big Data. Su equipo ya trabaja con un nuevo concepto: el Geohashing. Es decir: un “sistema espacial con una estructura espacial jerárquica”.
En otras palabras, un paso más en la geolocalización y una combinación con los temas del momento y los hashtags que aporta Twitter. Cruzando estos datos se puede “conocer dónde, cuándo y qué se tuitea o quá es lo mas comentado en lugares concretos para establecer pautas para determinar contenidos virales”.
Sus aplicaciones son muchas, por ejemplo, saber de manera muy visual, a través de las gráficas que preparan cuál es el alcance de los datos o cómo afecta lo que tuitean empresas o partidos políticos.
Los bancos ya disponen de ‘toda tu Data’
Una de las conclusiones más llamativas del evento es que, a pesar del auge del Big Data, los bancos siempre han tenido a mano esa información. Así lo cree Marco Bressan, Presidente de BBVA & Analytics.
En este sentido, cree que las aplicaciones del Big Data tienen un gran camino por recorrer. “Debemos fijarnos en el valor de los datos, para qué sirven. En el caso de los bancos, sabemos dónde y cómo se gasta el dinero un cliente. Esa información es algo para lo que Facebook invierte millones, pero los bancos ya la conocemos”.
¿Qué se puede hacer con estos datos?
Al margen del proyecto de crear una aplicación para que los usuarios puedan beneficiarse de ellos, BBVA tiene algunas ideas:
- Medir si un evento es rentable con mapas en los que se puede ver el consumo o la economía local
- Mirar cómo se comporta el turista en cuanto a transacciones
- Estimar las colas y los tiempos de espera
- Saber dónde se debe abrir un negocio
- Conocer qué diferencias hay en las ventas de las diferentes librerías de una ciudad
Mapas, neurociencia o deporte: así se utiliza actualmente el Big Data
A pesar de las muchas ideas de uso que las empresas ya le están dando al Big Data, las más extendidas tienen que ver con la utilización de los datos en mapas. Por ejemplo, Sergio Álvarez Leiva, Head of Product de Cartodb, ya cartografía actividades gracias a su tecnología.
“Todas las acciones que realizamos en internet se pueden medir. La democratización de estos procesos funciona gracias a la obtención de datos. Para las empresas, conocer estos datos supone una mejor toma de decisiones, así como la posibilidad de dibujar qué esta pasando en las ciudades en un momento determinado”, asegura.
Sin embargo, para Javier Marín, Researcher and Project Manager de Starlab, los proyectos sociales también tienen un hueco importante en esta tecnología. Su línea de negocio se basa en dos campos: la neurociencia y el análisis de datos para servicios con rigor científico para instituciones como la Obra social La Caixa.
Gracias a un novedoso casco son capaces de examinar a diferentes sujetos y expresar las emociones que sienten cuando acceden a un museo y ven un cuadro. También pueden ayudar a un equipo de fútbol a ser más efectivo en sus entrenamientos o calcular los niveles de actividad de una ciudad para hacerla más eficiente y menos contaminante.
En la Universidad Carlos III de Madrid también investigan cómo predecir datos de desempleo o saber si un barrio es mejor para vivir, cruzando los comentarios en Twitter con su propio Big Data. “Podemos descubrir modelos de comportamiento que no aparecen en los datos oficiales”, asegura el profesor Esteban Moro.
En definitiva, se trata de “convertir el caos de los datos en conocimiento para facilitar la toma de decisiones”. Palabras de Albert Isern, CEO de Bismart, que ya opera en Barcelona con una aplicación para los turistas que genera una ruta con todas las necesidades del cliente, adaptándola a gustos, presupuesto, tiempo en la ciudad, tráfico o transportes y todo en tiempo real.
La normativa europea, en busca de un marco común
En la actualidad, dos tercios de la población creen que comprar online no es seguro. Por eso, en opinión de Karolina Mojzesowicz, Head of sector Data Protection reform de DG Just, es imprescindible llevar a cabo una reforma que permita impulsar el comercio digital.
Las claves de este nuevo marco legal son cinco:
- Una única normativa para toda la UE en materia de protección de datos (ahora hay 28).
- Modelo de gobierno: Crear una ventanilla única para que el ciudadano pueda acudir a su oficina más cercana.
- Reglas idénticas para cualquier organismo que quiera procesar datos de ciudadanos europeos. También para las empresas de fuera de Europa que quieran hacerlo.
- Protección de datos por diseño y por defecto: garantías de protección de datos desde el primer momento de desarrollo y que se mantengan durante todo el bien o servicio
- Uso de los datos mínimos imprescindibles: No todas las apps necesitan acceso a la ubicación o los contactos.
Según Mojzesowicz, este nuevo enfoque ayudará a “eliminar trabas inútiles como las notificaciones previas”, lo que podría ahorrar a las empresas hasta 2.300 millones de euros al año. Para las empresas estas medidas garantizarán una competencia leal. “Las reglas se aplicarán a todas las empresas del mundo que operen con ideas. Supondrá igualdad de oportunidades, competencia leal y protección de datos para todos los ciudadanos europeos”.