Google deja de vender sus gafas para rediseñarlas

La sombra del fracaso planea sobre Google Glass. A su tímida acogida en el mercado se suma el anuncio de la compañía de retirar este proyecto de Google X, el laboratorio donde desarrolla las propuestas más punteras.

A partir de ahora, el dispositivo formará parte de un grupo de trabajo independiente liderado por Tony Fadell, fundador de Nest, la empresa de termostatos inteligentes que el buscador compró el pasado año. El directivo asume, por lo tanto, el rediseño de un gadget que debe adaptarse a las demandas del público si quiere subsistir en el mercado.

En un post hecho público por la tecnológica en su perfil de Google+, la multinacional adelanta que habrá nuevas versiones de este dispositivo wearable, pero no concreta ninguna fecha de lanzamiento.

Lo que sí reconoce es que “con el fin de centrarnos en lo que está por venir”, estas gafas informatizadas dejarán de venderse como parte del programa Google Glass Explorer.

De hecho, a partir del próximo día 19 ya no será posible adquirir la primera versión de las Google Glass que hasta ahora se comercializaban a un precio de 1.500 dólares y cuya penetración no ha satisfecho las expectativas del lanzamiento.

El movimiento ha sido interpretado en clave de retirada por muchos analistas, que ven en este proyecto una idea caduca e incapaz de adaptarse a los hábitos de consumo.

No obstante, el gigante de Internet se muestra optimista y añade que “todavía tenemos mucho trabajo que hacer, pero ahora estamos listos para calzarnos los zapatos de niño y aprender a correr”.

Por el momento se desconoce cuáles serán las directrices para el nuevo rediseño. Todo apunta a que la gestión de la privacidad, la autonomía y el precio serán los factores más revisados por la división de Nest si quiere posicionarse como un wearable de referencia ante la creciente emergencia de nuevos dispositivos inteligentes.

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