Más de 400 empresas en total, 70 de ellas nuevas. Así es la radiografía del sector del videojuego en España que goza de muy buena salud. La Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos y Software de Entretenimiento (DEV), así lo confirma en su recién presentado Libro Blanco del desarrollo español de videojuegos, un estudio sobre este sector.
Según ha revelado, la facturación de las empresas españolas ha crecido un 31% desde 2013, lo que supone un total de 412,4 millones de euros en 2014. Pero no es la única buena noticia para el sector. Como consecuencia de este crecimiento se ha generado un 28% más de empleo que en el año anterior.
Casi la mitad de estas empresas se encuentran en la Comunidad de Madrid y Cataluña. Ambas contribuyen con un 25% y un 24% -respectivamente- a la industria de los videojuegos. Le siguen Comunidad Valenciana, Andalucía y País Vasco.
Otro dato a destacar es que la facturación proviene casi exclusivamente por capital nacional, concretamente un 93%. Una inversión con clara vocación internacional, porque más de la mitad de los títulos que se producen en nuestro país se venden en mercados extranjeros
Crecen las ventas digitales
Una de las causas de este optimismo generalizado en el sector es el aumento de las ventas digitales de videojuegos. Este formato supone el futuro de la industria y ha crecido tanto que sólo el 11% de la facturación representó en 2014 el formato de videojuegos físicos.
De hecho, los datos expuestos en el Libro Blanco hacen pensar que el sector seguirá creciendo -mínimo- hasta 2018, con una tasa anual del 24,7%.
En otras palabras, los expertos estiman que alcanzará los 1.000 millones de facturación en tres años, lo que equipararía a España con otros mercados tecnológicos como Irlanda o Finlandia.
Empresas jóvenes
La fotografía de la industria española de videojuegos muestra un sector joven. La mayoría de las compañías tienen menos de cinco años de antigüedad y algunas, el 28%, menos de dos.
Aplicar nuevas tecnologías al desarrollo de nuevos juegos, además de prestar atención a la gamificación y los serious games como tendencia son los objetivos a largo plazo a los que se enfrenta el sector. La realidad virtual, así como la realidad aumentada también jugarán un papel importante en los próximos años.
"Hoy en día pequeños estudios fundados hace apenas unos años han conseguido levantar importantes rondas de financiación que les han permitido despegar a nivel internacional. Nutrir a los estudios de ayudas, financiación y marco fiscal comparables a los de nuestros competidores consolidaría el crecimiento de nuestra industria", ha explicado Ignacio Pérez Dolset, Presidente de DEV.
"La industria del videojuego es además uno de los principales motores de desarrollo de las industrias digitales por lo que el impulso de este sector tiene un extraordinario impacto en el crecimiento de la economía digital en su conjunto", ha concluido.