CaixaBank sigue en su empeño por minar las barreras que separan a la banca de las nuevas tecnologías.
Para conseguir su objetivo esta vez se ha aliado con Samsung para lograr que el pago móvil sea una realidad en España. Y es que la entidad financiera dará paso al desembarco de Samsung Pay en nuestro país, una plataforma de pagos móviles que será incluída de serie en el nuevo Galaxy 7 que llegará en febrero.
Además también podría incluirlo en modelos Samsung Galaxy S6, Samsung Galaxy S6 edge y Samsung Galaxy S6 edge+.
Esta estrategia podría ser la respuesta de Samsung a su más férreo competidor: Apple, que hará llegar su servicio de pago a través de sus dispositivos este año. Un anuncio que hacía saltar las alarmas a las entidades bancarias.
Aunque la relación entre el banco y el fabricante coreano viene de largo. CaixaBank ha distribuído cerca de 700.000 dispositivos Samsung para incentivar la captación de clientes.
Otros jugadores
Pero no han sido las únicas compañías que han intentado posicionarse en este negocio. Operadores como Vodafone, Orange o Telefónica llevan intentando cerrar acuerdos con Vida y Mastercard desde 2014.
Y los comercios parecen estar esperando. De hecho, la renovación de 600.000 datáfonos en el 70% de los comercios ha sido una prioridad durante los dos últimos años.
El caso es que los bancos tienen claro que en el mundo digital está el futuro de su negocio. Al menos así lo afirma Francisco González, Presidente del BBVA, que considera que la clave está en convertir a las entidades financieras en compañías de servicios digitales.
Especialmente porque dentro de muy poco se verán obligados a competir con un nuevo ejército de jugadores...
En busca de un modelo rápido y sencillo
Pese a todos los esfuerzos, ninguna de las fórmulas utilizadas ha alcanzado el éxito. El móvil no termina de despegar como una plataforma de pago. Quizá el principal problema sea la falta de un modelo rápido y sencillo. Algo que pdoría obtenerse con la alianza entre un banco y un fabricante de dispositivos...
El objetivo ahora está en simplificar el proceso de pagos por debajo de los 20€ para que sea tan fácil como mover un dedo. Esto implicaría que el usuario habría introducido su tarjeta en el móvil y podría autorizar el cobro sin introducir ningún código. La huella dactilar sería la única garantía.
¿Será suficiente?