La Publicidad invasiva tiene los días contados. Así como en Internet proliferan las extensiones que filtran los contenidos que aparecen ante el usuario, los ad blockers podrían hacerse un hueco también en el entorno offline.
Ese es, al menos, el propósito de un grupo de estudiantes que ha creado un filtro para eliminar cualquier rastro comercial de la vida real, como si de una pantalla se tratase.
Se trata de ‘Brand Killer’, un artefacto capaz de detectar marcas y logotipos en tiempo real y difuminarlos ante el usuario. Es el último gadget ideado por un grupo de estudiantes con motivo del hackathon PennApps y que ha hecho temblar a los gigantes de la Publicidad Exterior.
El dispositivo funciona como un casco que bloquea los mensajes publicitarios que percibe, a partir de un algoritmo que reconoce un patrón de imágenes y devuelve un resultado borroso.
Este ‘asesino de marcas’ se basa en el mismo principio que utilizan las extensiones que bloquean contenidos comerciales en los navegadores, aunque su diseño es la gran asignatura pendiente que enfrentan estas gafas de realidad aumentada construidas a partir de una tostadora.