Los primeros picos de pan elaborados con una impresora 3D ya están aquí gracias a la empresa cordobesa Singular Bread. Su objetivo es diseñar nuevas formas y sabores para su aplicación en la gastronomía más innovadora. Están centrados en el sector del catering.
La impresión 3D se había aplicado hasta ahora a sectores relacionados con la investigación o el desarrollo tecnológico (prototipos, órganos, joyería...), pero faltaba aplicar esta técnica para conseguir productos que lleguen directamente a los consumidores. Singular Bread lo está haciendo realidad en el sector del pan.
Detrás de este proyecto se encuentra Ildefonso Hoyo, ingeniero. “Para que la impresión 3D llegue al gran público, es necesario que podamos aprovechar la principal ventaja que aporta: La creación de productos exclusivos a un precio competitivo”, explica.
“Trabajamos codo con codo con los jefes de cocina. A veces es una alternativa al grissini para decorar un bufet de quesos. Otras, una base que permite montar canapés y eliminar las cucharas de plástico. Siempre partimos de su imaginación para servirles una solución única”. La impresión 3D les permite crear formas imposibles con otras tecnologías.
¿Cómo se hace?
El primer paso es hacer un boceto del pico. Todo empieza con un lápiz, luego un poco de plastilina y finalmente un desarrollo gracias a un software de diseño 3D. A continuación se estudia la receta. Comenzaron con un sabor muy tradicional, similar al pan candeal, el pan de pueblo de toda la vida. Pero en apenas unos meses ya han desarrollado recetas para todos los gustos. Desde frutos secos a semillas, finas hierbas o aceitunas.
A comienzos de 2016 abría sus puertas este obrador donde diseñan y elaboran sus productos y donde se encuentra la primera impresora 3D de picos de pan.