La noticia de que Luxottica está trabajando en la segunda versión de las Google Glass no sólo pone de manifiesto que, al contrario de lo que pueda pensarse, el proyecto aún sigue vivo. Según Tash Whitney, CEO en Havas Media, podría tratarse de una admisión tácita de que tanto esta empresa como Google se equivocaron con la primera versión de las gafas.
Las ventas de la primera versión de las gafas de Google se suspendieron el pasado mes de enero alegando el bajo interés de los consumidores por el wearable. Al mismo tiempo, los de Mountain View anunciaban que comenzarían a desarrollar mejoras en las Glass mediante talento in-house.
Así, Google Glass Mark I podría describirse como el ejemplo perfecto de un producto demasiado “moderno” para el consumidor. De ahí que Luxottica haya asegurado que el modelo Mark II se parecerá más a las gafas tradicionales.
Y es que como demostró el pasado CES Las Vegas, a los consumidores les gustan los wearables, pero también los complementos tradicionales hechos wearables. De ahí que empresas como Swarovski hayan decidido dar el salto al sector de la tecnología wearable, haciendo inteligentes sus productos.
En cualquier caso, la tecnología de Google puede haber cambiado el mundo más allá del reconocimiento. Pero según Tash Whitney, la compañía debe recordar que se ha convertido en una marca de utilidad tecnológica y no en un diseñador de moda compitiendo por el lanzamiento de nuevos productos.
Hasta entonces sólo queda esperar a que las Google Glass Mark II atraigan a más usuarios que la primera versión de estas gafas inteligentes.