Zara pide disculpas en medio de un boicot por las imágenes de su última campaña, comparadas con el conflicto en Gaza

  • La firma ha promocionado una colección recurriendo a fragmentos de esculturas, escombros y lienzos
  • Usuarios pro-palestinos han considerado las imágenes como una alusión clara a las víctimas de la guerra
  • Desde Zara han retirado las imágenes y se han disculpado por una campaña, dicen, planificada antes del conflicto
Imagen de una campaña de Zara

Una modelo con chaqueta de cuero negro y tachuelas sujetando al hombro una escultura envuelta en una sábana y delante de un fondo de lienzos, cajas y escombros. Esa es la imagen, perteneciente a la última campaña de Zara, que ha despertado la indignación entre los usuarios pro-palestinos, que están haciendo un llamamiento al boicot contra la marca de Inditex.

Para promocionar los nuevos diseños creados desde Zara Atelier, bajo el nombre “Collection 04_The Jacket”, la firma publicaba el pasado domingo una serie de fotografías en su perfil de Instagram. Todas ellas muestran a la modelo estadounidense Kristen McMenamy luciendo las prendas -chaquetas, abrigos y cazadoras- en lo que sugiere ser un almacén artístico. Su vestimenta oscura contrasta con un fondo blanco y gris en el que destacan moldes de escultura, piezas y fragmentos de las mismas, cascotes, bolsas de plástico, tablas de madera…

 

 

 

 

 

Atendiendo al clima político internacional actual, han sido mucho los usuarios de redes sociales que han visto en esas imágenes una evocación a las desoladoras fotografías que desde hace semanas llegan a las pantallas procedentes del conflicto entre Israel y Palestina, y las consideran una alusión clara a la guerra en Gaza. Esto se debe, entre otras cosas, a que a algunas de las esculturas representadas les faltan miembros y otras aparecen envueltas en una tela blanca, como contempla la tradición funeraria islámica.

La reacción ha llevado a la marca a eliminar las fotografías de sus redes sociales, así como a ocultar las imágenes de su página web. Las prendas, no obstante, permanecen accesibles en el catálogo. Tal y como han señalado desde Zara en un comunicado emitido a través de Instagram, la campaña fue planificada en el mes de julio y las fotografías realizadas en septiembre, antes del estallido del actual conflicto. “Zara lamenta el malentendido y reafirma su más profundo respeto hacia todo el mundo”, han señalado en su disculpa.

Pero para el momento en el que se ha lanzado este comunicado, la campaña ya había desatado las críticas de los usuarios en redes sociales, especialmente entre aquellos que defienden Palestina. 
Artistas, periodistas, figuras reconocidas a nivel internacional e, incluso, portales de información y medios de comunicación musulmanes se han sumado al hashtag #BoycottZara que, desde hace tres días, se inunda de comentarios negativos contra la compañía liderada por Marta Ortega y han acudido al perfil de la marca para expresar sus críticas. 

 

 

 

 

Muchos han hecho comparaciones entre las imágenes de Zara y las que llegan desde la Franja, y han afirmado que no volverán a comprar a la firma. Consideran falta de humanidad la publicación de este tipo de imágenes, e incluso apuntan que la compañía es “cómplice” del sufrimiento de las personas palestinas. Califican a la marca de “hipócrita” e "insensible" y a la estrategia de marketing de “desacertada”. 

Además, las reacciones han trascendido las redes sociales y están encontrando una manifestación en la calle. Algunos activistas pro-palestinos están realizando protestas organizadas ante las tiendas de Zara, como ha ocurrido en Montreal (Canadá), denunciando las imágenes de la campaña o haciendo pintadas en los escaparates de los establecimientos. 

El que afronta Zara no se trata del primer boicot que sufre una compañía internacional a raíz de la crispación político-social vinculada a los actuales conflictos bélicos. El pasado mes de octubre líderes tecnológicos israelíes también llamaron al boicot contra la conferencia Web Summit tras las declaraciones de su CEO, Paddy Cosgrave, sobre las acciones de Israel tras el ataque de Hamás​. Compañías como Amazon, Google, Meta, Intel o Siemens retiraron su participación en el encuentro, y Cosgrave terminó renunciando a su puesto.