Kidult es el enemigo número uno de las marcas y el capitalismo.
A través de acciones de vandalismo, esta mezcla entre artista y activista cuestiona con cada una de sus acciones el reparto de la riqueza y las ganancias de los grandes anunciantes.
Entre sus acciones más mediáticas se encuentran los sabotajes a las fachadas de tiendas de lujo como Marc Jacobs, Céline, Hermès, Kenzo o Christian Louboutin.
La última de esas declaraciones de intenciones a las que nos tiene acostumbrados está relacionada con el logotipo de Coca-Cola.
Kidult ha sustituido el nombre de la marca por la palabra ébola tras la llegada del virus a EEUU. Polémica y viralidad aseguradas.