Las marcas tienen licencia publicitaria

  • El doble sentido en algunos anuncios es lo que convence a las marcas para aceptar las campañas
  • Hay agencias que apuestan por arriesgar para cambiar los códigos publicitarios
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MyTaxi y Sephora han protagonizado dos casos recientes de cómo las marcas a veces se saltan lo políticamente correcto en publicidad. Con sendas campañas en Exterior, ambos anunciantes han apostado por tomarse ciertas licencias, recibiendo críticas y alabanzas a partes iguales por ello.

“No te conformes con uno”

En el caso de Sephora, la campaña “No te conformes con uno” data del año 2016 pero este mes de noviembre ha vuelto a los mupis de Madrid. En un momento álgido para la igualdad de género y el empoderamiento femenino, esta marca vuelve con una gráfica en la que vemos a una mujer con dos hombres, rompiendo los estereotipos de este tipo de anuncios.

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“En ningún momento se buscó generar polémica con esta campaña. Lo que más nos importaba era cambiar ese código tan publicitario de un hombre con muchas mujeres a elegir”, asegura Javier Carrasco, Director General Creativo de La Despensa, agencia responsable de la campaña para Sephora.

Las marcas tienen una responsabilidad social muy grande

Y es que  muchas marcas están apostando por tomarse ciertas licencias y, a través de la publicidad, reeducar a la sociedad hacia nuevos puntos de vista y hábitos. “Convivimos a diario con mensajes que nos lanzan las marcas. Está claro que calan, influyen y hasta modifican comportamientos. Por eso, más que tomarse una licencia, creo que tienen una responsabilidad muy grande en cuanto a qué dicen y cómo lo dicen”, añade Javier Carrasco.

Los momentos MyTaxi

En el caso de MyTaxi, la marca ha lanzado una campaña de Exterior para ofrecer descuentos a sus clientes, pero una de las gráficas ha sido tachada de sexista.

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Pese a las críticas, desde la marca no se han implicado en la polémica y, en declaraciones a Reason Why, aseguran que “esta campaña ha sido ideada por un equipo de creativas que han trabajado buscando un tono desenfadado y que, en ningún momento, ha pretendido ser irrespetuoso ni ofensivo”.

Nunca lloverá a gusto de todos en publicidad

Estamos ante un nuevo ejemplo de cómo las marcas tienen licencia publicitaria; o al menos se la toman.

Y el doble sentido que llevan implícito estos mensajes publicitarios es, en muchas ocasiones, lo que empuja a los clientes a aceptar las propuestas publicitarias de las agencias. Tal fue el caso de la campaña para Sephora, como nos cuenta Javier Carrasco: “Desde el primer momento en el que les planteamos este concepto, no dudaron en que podría tener gancho y además les encantó el doble sentido que llevaba implícito”.

En cuanto a las críticas que puedan desatar estas licencias que se toman las marcas, está claro que nunca lloverá a gusto de todos. “Lo primero es escucharlas y analizarlas. Siempre hay que estar abiertos a otros puntos de vista y la verdad nunca es absoluta”, sentencia Javier Carrasco.