La polémica se cierne sobre Adidas y aviva la rivalidad existente con Nike tras la batalla comercial por el patrocinio durante el Mundial de Brasil.
El último encontronazo entre ambas marcas sitúa a Adidas en el punto de mira. Y es que la firma alemana está acusada de espionaje tras contratar a tres ex diseñadores de Nike y boicotear, dicen, sus novedades para la próxima temporada.
Nike ha demandado a Denis Dekovic, responsable del área de Fútbol; Mark Miner, de Running; y Marc Dolce, encargado de las líneas de LeBron James y Kobe Bryant por vulnerar su acuerdo de no competencia tras su salida de la compañía.
La denuncia contempla ocho infracciones, entre las que figuran incumplimiento del deber de lealtad y apropiación indebida de secretos comerciales.
Además, Nike esgrime que “el complot se recrudeció” en abril de 2014 cuando los tres empleados pusieron en marcha “una campaña para promover su estudio de diseño independiente”. Y argumenta que todos guardaban información confidencial en sus ordenadores en el momento de su partida.
La empresa norteamericana añade que el Adidas Brooklyn Estudio de Diseño Creativo es una copia de Kitchen, su laboratorio de diseño, y exige explicaciones a los responsables.
Ahora los diseñadores se defienden de estas acusaciones y aseguran que durante su carrera “no dimos más que el máximo esfuerzo”, como se puede leer en el comunicado oficial que han hecho público a través de este tuit.
El gigante deportivo exige 10 millones de dólares en concepto de daños y perjuicios. Estaremos muy pendientes de la evolución de este caso.
