Google amanecía esta mañana con un Doodle dedicado a Raymond Loewy, uno de los diseñadores industriales más conocidos y cotizados del siglo XX. Hace 120 años que nació el que está considerado como el padre del diseño industrial moderno.
Raymond Loewy tenía la máxima de que lo feo no vende. Convenció al mundo entero de la importancia de la innovación y del valor añadido.
"Entre dos productos del mismo precio, la misma funcionalidad y calidad, se vende más el más bonito". Esta frase aparecía impresa en una de sus primeras tarjetas de visita. Es la clave que hizo que este diseñador francés removiese los cimientos del comercio americano.
Y es que Raymond Loewy le daba valor añadido al producto, lo convertía en algo bonito. Se dio cuenta que lo feo no vende y exprimió esta máxima hasta convertirla en su filosofía de vida.
Al pionero del diseño industrial le debemos desde barras de labios hasta locomotoras, botellas de refrescos, frigoríficos, coches e incluso naves espaciales. Trabajó para importantes marcas a nivel internacional.
Es el caso de Lucky Strike. La marca de tabaco consiguió, en el año 1942, evitar su previsible hundimiento. Raymond Loewy fue el responsable de esa remontada. El diseñador francés aportó un detalle que lo cambió todo: sustituir el fondo verde original de la cajetilla por el blanco.