Conocer a una persona en la barra de un bar o en un encuentro fortuito, notando cómo se acelera la respiración o sintiendo la dificultad para articular las palabras era una tendencia a la baja antes de la pandemia, que no ha hecho más que reforzar el auge de las aplicaciones de citas, la única opción disponible durante el confinamiento.
Cada vez existen más alternativas, incluso segmentadas por grupos, pero cuyas ventajas y riesgos son idénticas, aunque se han ido modificando con el paso del tiempo. Así, según un estudio realizado por la compañía global de ciberseguridad Kaspersky, estas aplicaciones son ahora más seguras, pero siguen suponiendo un riesgo para el ciberacoso según el uso que se haga de ellas.
Durante la pandemia, aplicaciones como Tinder y OkCupid han registrado usos récord
Para su investigación, Kaspersky ha analizado hasta nueve aplicaciones de citas con usuarios globales como son Tinder, Bumble, OkCupid, Mamba, Pure, Feeld, Her, Happn y Badoo que han permitido actualizar un estudio similar que la compañía hizo en 2017, aunque diferente en frecuencia de utilización y número de usuarios. Así, durante los meses del confinamiento, Tinder alcanzaba el récord de 3.000 millones de swipes (la acción de deslizar a través de la app) por día mientras OkCupid experimentaba en esas mismas fechas un aumento de uso del 700% y en Bumble las videollamadas aumentaban un 70%.
Más allá del aumento de usuarios, Kaspersky ha detectado en su estudio diferencias en el apartado técnico en comparación con 2017, cuando cuatro de las apps estudiadas permitían interceptar los datos enviados y la mayoría utilizaban el protocolo HTTP sin cifrar, provocando importantes brechas de seguridad. “En 2021 la situación ha mejorado significativamente: ninguna de las aplicaciones estudiadas utiliza HTTP y no se envían datos si el protocolo no es seguro”, ha comentado Tatyana Shishkova, Experta en Seguridad de Kaspersky, en el marco del Mobile World Congress donde se han presentado las conclusiones de la investigación actualizada.
Precisamente, este apartado es donde la compañía de ciberseguridad ha encontrado una mayor evolución, puesto que todos los programas analizados bloquean las conexiones no seguras. Asimismo, la mayoría de los desarrolladores de estas aplicaciones ha invertido en los últimos años en bug bounty programs que tienen como objetivo recompensar a hackers blancos -sin intenciones maliciosas- o desarrolladores que encuentren fallos en la seguridad de un software.
Con todo, las aplicaciones de citas siguen planteando importantes problemas de privacidad como permitir a los usuarios registrarse a través de su cuenta en otras redes sociales tal que Instagram, Spotify o Facebook (solo Pure no permite completar el registro con esta última). Si el usuario escoge esta opción, su perfil en la app se rellena de modo automático con información que posee en la cuenta vinculada (fotografías, información del perfil…). Además, algunos de estos programas requieren datos como el lugar de trabajo o el centro de estudios, con lo que se facilita su búsqueda por parte de otros usuarios fuera de las propias aplicaciones.
Compartir la localización es la mayor vulnerabilidad de las aplicaciones
Pero existe aún una vulnerabilidad mayor -la más sensible según Tatyana Shishkova- como es la ubicación, que los usuarios de Happn, Her, Bumble y Tinder están obligados a compartir. Otras aplicaciones como Mamba van un paso más allá en esta exposición y comparten la distancia de los usuarios con una precisión de un metro, mientras que Happn tiene una funcionalidad adicional que permite ver cuántas veces y en qué lugares se han cruzado con sus matches (personas con las que han aceptado contactar por compatibilidad).
El acceso a los datos personales provoca el aumento de prácticas como el doxing
“El acceso a estos datos provoca un aumento de la vulnerabilidad al ciberacoso, el acoso físico o el doxing, una práctica por la que se hace pública información previamente privada para avergonzar o perjudicar a la víctima”, ha apuntado la experta en seguridad de Kaspersky, quien ha alertado también de software que permiten trazar la localización de los usuarios a través de coordenadas aproximadas. De todas las aplicaciones analizadas, tan solo Mamba ofrece la posibilidad de difuminar las fotos de perfil gratuitamente y Pure prohíbe a los usuarios hacer capturas de pantalla de los chats, imposibilitando que los usuarios compartan conversaciones y fotos sin permiso, cortando los posibles chantajes.
Aunque estos escudos digitales están disponibles completamente a partir de las versiones de pago que ya tienen la mayoría de los programas. Por ejemplo, en las variantes premium de Tinder y Bumble se puede elegir manualmente la ubicación en una región específica, con lo que es más difícil determinar la localización exacta de un usuario, mientras que Happn permite a los suscriptores un modo incógnito mediante el cual pueden ocultar su perfil a aquellos que no han deslizado a la derecha y a los desconocidos. Sobre la gestión de los datos, Tatyana Shishkova ha alertado sobre las prácticas que aún emplean redes sociales como Badoo, donde no se exige una doble autenticación para recuperar la contraseña.
El amor en los tiempos de la Inteligencia Artificial
Independientemente de los riesgos planteados, las relaciones virtuales son cada vez más frecuentes y en algunos casos no culminan en el espacio físico. Sobre cómo la tecnología ha modificado los vínculos entre los humanos ha reflexionado Roanne van Voorst, Doctora en Antropología por la Universidad de Ámsterdam, que ha intercambiado experiencias con Tatyana Shishkova tras la presentación del estudio.
"Las apps han sobreexpuesto el flirteo hasta restarle el interés"
“Las aplicaciones han conseguido que el amor y el deseo estén en todos los lugares, una presencia excesiva que provoca la pérdida del atractivo. Las nuevas generaciones están tan expuestas al flirteo o al sexo digital que lo que sucede en el mundo real ya no les resulta interesante”, ha argumentado Van Voorst, quien también ha traído al debate el “falso anonimato” que se produce en las aplicaciones de citas.
“Cuando usamos estros programas creemos que podemos mirar a todo el mundo sin ser vistos, eligiendo con quien queremos interactuar, evitando la vulnerabilidad que nos provoca el contacto directo, donde podemos encontrar un “no” por respuesta. Pero es una sensación de falsa seguridad, tal y como ha demostrado la investigación de Kaspersky”, ha apuntado la Doctora en Antropología. Por su parte, Shishkova ha argumentado que un buen uso de la tecnología puede mejorar ciertos flujos relacionales, pero ha puesto en cuestión el equilibrio entre la información que las aplicaciones necesitan para conseguir un match idóneo y la que realmente obtienen de sus usuarios.
En el acto organizado por Kaspersky en el Mobile World Congress también se ha tratado, a iniciativa de los usuarios que han seguido el mismo, la posibilidad de enamorarse de entidades con Inteligencia Artificial. “Las relaciones con robots pueden ser una evolución de la vida que llevamos. A veces llegamos a casa y lo último que queremos es que nos hablen. Preferiríamos un autómata capaz de saber exactamente lo que necesitamos en cada momento”, ha señalado Van Voorst, quien ha puesto un ejemplo curioso de las relaciones que traban los humanos con las máquinas. "El 60% de las personas que tienen un robot aspirador les han puesto nombre y no quieren cambiarlos por otros cuando se estropean. Y estamos hablando de una IA muy limitada, por lo que es muy necesario educar a las nuevas generaciones sobre cómo deben comportarse y relacionarse con estos dispositivos”, ha apuntado.
Precisamente, las relaciones y el sexo con robots son una de las tendencias que se recoge en el proyecto Earth 2050, elaborado por Kaspersky y usuarios anónimos, que predicen cómo será el futuro de las citas el amor digital. Estas son algunas de las tendencias que apuntan:
- Sexo remoto (2030): el estilo de vida de las personas está cada vez más asociado al entorno digital y móvil, por lo que se desarrollarán tecnologías para mantener sexo a distancia. Cada pareja tendrá su propio conjunto de dispositivos y deberán vestir una especie de trajes con sensores y estimuladores, asociados a cascos de realidad virtual.
- Amor entre cyborgs (2040): según Kaspersky, las operaciones de estética pasarán a mejor vida y los cirujanos se reconvertirán para implantar todo tipo de prótesis. “La industria sanitaria entrará en un contexto sin precedentes”.
- Relaciones basadas en algoritmos (2040): este tipo de cálculos son ya imprescindibles para entender cómo funcionan las aplicaciones de citas, pero en un futuro irán más allá y acabarán con el azar o la coincidencia a la hora de conocer a otra persona. Esto podría provocar una estandarización de las comunidades reduciendo el amor a un acto de conveniencia.
Por último, la compañía de ciberseguridad ha presentado durante el Mobile World Congress una serie de consejos para usos seguros de las aplicaciones de citas que son un compendio contra las vulnerabilidades detectadas en su investigación:
- No compartir demasiada información personal: apellido, trabajo, fotos con amigos u opiniones políticas en el perfil
- No vincular otras cuentas de redes sociales a los perfiles en app de citas
- Seleccionar la ubicación manualmente siempre que sea posible
- Utilizar la autenticación en dos pasos
- Eliminar u ocultar el perfil en estas apps si no se utilizan
- Utilizar la mensajería integrada en los programas y no derivar la conversación a WhatsApp y otros servicios. Si decides hacerlo, configura el chat para que la información privada esté protegida
- Utilizar soluciones de seguridad como Kaspersky Security Cloud para detectar cualquier actividad maliciosa o sospechosa así como comprobar que las URL que se visitan están certificadas
Kaspersky lanza una campaña de concienciación sobre el stalkerware
Más allá de las recomendaciones, la compañía de ciberseguridad ha pasado a la acción con una campaña divulgativa sobre el stalkerware, con el objetivo de concienciar a los profesionales que trabajan en atención a víctimas de violencia, usuarios o instituciones sobre los peligros de estos software espía, cuyos afectados en todo el mundo crecieron un 125% entre 2018 y 2020.
Estos programas se instalan en el dispositivo de la víctima sin su consentimiento y permiten espiar y rastrear sus movimientos e interacciones (vídeos, fotos, mensajería instantánea, geolocalización o redes sociales). No requieren conocimientos especiales de informática, por lo que pueden ser manejados por cualquier tipo de usuario.
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Para concienciar sobre esta problemática, Kaspersky ha lanzado una campaña en colaboración con la ilustradora Moderna de Pueblo, que ha creado una tira de viñetas en las de forma desenfadada, cercana y directa explica en qué consiste el stalkerware y cómo detectarlo. La campaña ha sido lanzada por la compañía en España, que se encuentra entre los cinco países europeos con mayor incidencia de este uso pernicioso de las tecnologías.