La inteligencia artificial definirá el mundo de 2030, según Bank of America

  • La entidad apunta que la tecnología será la fuerza transversal que habilite los cambios de los próximos cinco años
  • Los cambios generacionales, la inseguridad digital y la relevancia de la salud serán también factores clave

Los próximos cinco años prometen romper las reglas que tradicionalmente han regido el sistema económico y los mercados para construir un marco estratégico nuevo. El camino hacia 2030 estará marcado por un giro hacia las tendencias micro, después de años caracterizados por la globalización. Con la tecnología dando forma a todo lo que conocemos, las personas y las empresas se enfrentan un periodo desafiante que determinará la nueva década. 

Bank of America. ha identificado ocho tendencias que definirán lo que queda de década

Así lo apunta el instituto de investigación de Bank of America en su informe "The world in 2030", en el que recoge y analiza ocho grandes tendencias que van a definir el mundo durante el próximo lustro. Según señala, los acontecimientos micro cobrarán protagonismo a medida que se acelera el ritmo de la disrupción tecnológica y la adopción generalizada de la inteligencia artificial. 

A continuación, desgranamos las ocho fuerzas que, según Bank of America, moverán el sistema durante los próximos cinco años: 

El liderazgo de la tecnología

El informe destaca que la tecnología está impulsando una nueva fase de desarrollo, liderada por la revolución de la inteligencia artificial. Se prevé que en los próximos años los precios caigan y que la IA se integre en todos los aspectos de la vida. Ésta, además, está ampliando y mejorando sus capacidades para incluir tareas que requieren razonamiento, ayudando a abordar problemas cada vez más complejos.

El avance de la IA favorecerá, entre otras cosas, la proliferación de agentes inteligentes, el desarrollo de la robótica y la transformación hacia la Industria 6.0, cuyo objetivo es minimizar la intervención humana mediante la creación de sistemas de fabricación inteligentes totalmente integrados.
Además, se espera que la computación cuántica progrese significativamente, como también lo hará el escenario de la inteligencia artificial general. 

Creciente inseguridad digital

A medida que crece la inteligencia artificial, también lo hacen los riesgos y peligros a ella asociada. En este sentido, la institución apunta a la creciente inseguridad digital, marcada por “la muerte” de la privacidad, la proliferación de "deepfakes" y el aumento de la ciberdelincuencia.

Por otro lado, la evolución tecnológica transformará el panorama laboral y obligará a millones de personas en todo el mundo a reciclarse para poder seguir siendo relevantes en el ecosistema empresarial. 
Además, a nivel social se observará un incremento del tiempo dedicado a las redes sociales, lo que, según el informe, generará mayor sensación de aislamiento pese a las inmensas oportunidades de conectar digitalmente. 

Los relevos generacionales

En su análisis, Bank of America considera que en los próximos años los patrones de consumo de la Generación Z y el envejecimiento de los Baby Boomers tengan una fuerte influencia en la economía mundial. Los primeros serán el mayor grupo de población y tendrán, previsiblemente, un alto nivel de ingresos. Por su parte, los segundos habrán acumulado una riqueza significativa que liquidará durante su jubilación.

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La salud es la nueva riqueza

La importancia de la salud será un motor clave del crecimiento económico y el cambio social. El bienestar es ya un mercado más grande que muchas mega-industrias globales, como la tecnología de la información, la economía verde, los deportes o los productos farmacéuticos. Y seguirá siéndolo en los próximos años a medida que se amplía y diversifica. 

La aplicación de la inteligencia artificial en este sector será clave para su crecimiento, y se estima que desempeñará un papel fundamental en el diagnóstico temprano, las terapias personalizadas o la optimización de los ensayos clínicos. 

Además, el desarrollo de nuevos productos, como Ozempic y otros similares, podrían impactar más allá de la gestión de la diabetes y la obesidad y emplearse en el Alzheimer y las enfermedades cardiovasculares. Su efecto podría llegar a modificar el comportamiento del consumidor a largo plazo, beneficiando a algunas industrias y comprometiendo otras. 

La necesidad de más recursos

Bank of America sostiene que el crecimiento exponencial de la tecnología implicará más recursos e infraestructuras, lo que se suma a las crecientes necesidades derivadas del crecimiento demográfico. Así, se necesitará más capacidad energética, lo que podría comprometer los objetivos globales de descarbonización. 

En esta línea, también serán cada vez más necesarios los semiconductores y otros materiales cuya extracción plantean riesgos para la escasez y la geopolítica. También será mayor la exigencia de fibra y redes avanzadas, así como la de bienes inmuebles para acoger centros de datos. Éstos, por su parte, provocarán una mayor demanda de agua para la refrigeración, y lo harán en un contexto de calentamiento global que amenaza dicho recurso. 

La modernización de los activos de infraestructuras existentes marcarán los próximos años

La generación de infraestructuras

El informe indica que es necesario ampliar y modernizar la infraestructura a nivel global para dar cabida a las tendencias demográficas, de sostenibilidad y de innovación. Y esto implicará la inversión de grandes presupuestos para modernizar los activos existentes y apostar por otros nuevos. 

A este respecto, el sistema energético mundial evoluciona hacia fuentes de generación y almacenamiento más diversificadas, pero deberá incrementar exponencialmente su capacidad de cara a dar cabida a la electrificación de la movilidad, los edificios y las industrias, y también a los citados centros de datos. 
La gestión, optimización y supervisión de la red eléctrica a su vez dará lugar a una mayor digitalización y automatización. 

Auge del populismo

El crecimiento del populismo está marcando la política en la década de 2020, y continuará intensificándose en los próximos cinco años. Los ciudadanos se alejan cada vez más de los líderes y partidos políticos tradicionales en respuesta al aumento de la inflación, la inmigración y la desigualdad.

En este sentido, el informe sugiere que las políticas populistas en los próximos años probablemente significarán menos globalización, políticas más estrictas contra la inmigración, menos independencia de los bancos centrales y mayor proteccionismo económico. 

Conflictos y pactos

En el marco de las transformaciones sociopolíticas, Bank of America apunta que la era de relativa paz y globalización que caracterizaron el periodo comprendido entre 1990-2010 han sido sustituidos por conflictos armados, guerras comerciales y tecnológicas y una mayor tensión geopolítica.

Esto impacta directamente en cuestiones como os aranceles, las estrategias de exportación, la explotación de materias primas o la localización de la producción. En consecuencia, las compañías han tenido que adaptarse tanto para responder a esos retos del mercado, como a la percepción que de ellos tienen los consumidores.