La crisis del coronavirus está pasando factura al optimismo de los españoles: el 19% de los ciudadanos creen que sus ingresos corren el riesgo de caer próximamente y un tercio opinan que es el momento de reducir los niveles de consumo.
La valoración de la salud económica del país y la previsión de futuro son dos factores que descienden notablemente
Estas son algunas de las conclusiones que ofrece el “Informe Perspectivas del Consumidor” de Kantar, que de manera cuatrimestral analiza la confianza del consumidor español en torno a la economía propia y del país. El estudio demuestra que los efectos de la crisis del coronavirus han pasado factura en la valoración general sobre la situación, poniendo fin a cuatro periodos de positividad.
En el primer cuatrimestre de 2020 el Índice de Comportamiento baja hasta los -8,1 puntos. Este indicador se genera en base a la valoración de la situación económica propia y del país, la valoración del momento de consumo y las perspectivas económicas a seis meses vista. Si observamos la evolución de los diferentes componentes vemos que:
- Valoración de la situación económica del país: ha caído drásticamente hasta los -61 puntos, lo que supone una caída de 34 puntos respecto al ciclo anterior. A pesar de ello, desde el informe resaltan que no ha llegado a los límites observados en la crisis de 2009-2013 (-95 puntos).
- Valoración de la situación económica del hogar: esta parece que resiste, lo que sugiere que el impacto sobre las economías domésticas se ha amortiguado por la aplicación de ERTEs y medidas para paliar la inactividad de los autónomos.
- Valoración del momento para realizar grandes compras: baja, aunque de manera menos acusada que otros indicadores.
- Previsión de la situación económica del país a futuro: desciende a niveles de 2013. Parece que el futuro se mira con mucho recelo y la diferencia entre cómo se percibe la economía doméstica frente a la economía del país ha alcanzado el mayor valor desde el comienzo de la medición de este indicador, superando incluso los valores de 2009-2013. Actualmente el gap es de 114 puntos.
- Opinión de los consumidores: curiosamente, se encuentra alejada del pesimismo que alcanzó en 2013. Desde Kantar explican que este fenómeno se puede dar por un parón, pero no por las destrucciones de equipos productivos ni rupturas en la economía. Es como si se pensase que en unos meses el funcionamiento normal de la economía se reestablecerá.
“Estos datos muestran una clara y elevada preocupación por la economía del país, aunque no en el nivel de 2013”, comenta Pepe Martínez, responsable del estudio en España, y quien explica que "la amortiguación en el impacto sobre las economías domésticas, gracias a medidas como ERTEs y ayudas a autónomos, así como la previsión de que los efectos se irán presentando poco a poco, han ocasionado que el Índice de Comportamiento del Consumidor descienda, pero no tan bruscamente".
Los consumidores contemplan la situación con relativa calma, a la espera de lo que sucederá en septiembre u octubre.- Pepe Martínez
Martínez señala además que la sensación es que predomina “la idea de que esto es un parón” y, por otro lado, “las estructuras familiares, los hogares, están y van a operar como redes de protección, lo que implica un cambio en el comportamiento de consumo hacia un comportamiento de cautela”.
Previsión de la caída de los ingresos
El estudio de Kantar confirma la poca confianza de los españoles en la creación de empleo: la mitad aseguran que en un año habrá más desempleo.
En consonancia con estos datos, la percepción de la seguridad hacia los ingresos propios muestra mucha incertidumbre. Mientras que en los últimos tres años la creencia de que los ingresos se mantendrían igual en el siguiente año se situaba por encima del 60%, en el primer cuatrimestre de 2020 ha bajado al 50% de los españoles, un descenso de 12 puntos.
Paralelamente, también ha disminuido el porcentaje de españoles que creen que aumentarán sus ingresos en los próximos meses, y solo un 2% de la población confía en ello. La otra mitad de la población española se encuentra en una situación de incertidumbre y crece hasta el 19% el número de españoles que opinan que sus ingresos pueden bajar; hasta un 27% no saben muy bien cómo pueden evolucionar, lo que coloca a ambos indicadores en unas proporciones muy similares a las de 2013-2014.
Reducir los niveles de consumo
La crisis provocada por la pandemia ha hecho que las actitudes de fondo hacia el consumo hayan cambiado. El estudio defiende que un 33% de los consumidores creen que es el momento de reducir los niveles de consumo y el porcentaje de los que creen que hay que mantenerlo de consumo baja 7 puntos (61%).
Los consumidores parecen querer ajustarse a lo seguro y conocido
Ante esta situación, Kantar prevé que en los próximos meses se empiece a ver un clima favorable en la preferencia por las marcas blancas, pasando del 27% en el último periodo del 2019 al 38% de los españoles que opinan que en los próximos meses será mejor decantarse por las marcas de distribución, debido, principalmente, a los buenos precios.
Este valor se sitúa al mismo nivel de los españoles que opinan que es mejor comprar marcas conocidas por la seguridad que ofrecen (37%). Cifra que se ha mantenido estable frente al anterior periodo. Por su parte, se observa un notable descenso entre los consumidores que consideran mejor probar entre varias marcas (actualmente un 19%). No parece un momento para buscar la innovación y explorar, sino que los consumidores parecen querer ajustarse a lo seguro y conocido.
En lo que respecta a la valoración del momento para realizar compras, se ha producido un fenómeno de postergación para comprar todos los productos y servicios; los únicos que se mantienen en valores positivos son los alimentos, los productos de droguería y belleza, las actividades de formación y los electrodomésticos pequeños.
Los consumidores han aplazado la compra de aquellos productos más prescindibles
Desde Kantar señalan que todo lo relacionado con el consumo de ocio ha caído sensiblemente: viajes de fin de semana, vacaciones en cruceros o largos viajes, salir de bares o restaurantes... La combinación de restricciones de desplazamientos, cautela económica y precaución por el Covid-19 ha creado un clima depresivo sobre estos sectores.
También baja la valoración del momento de compra para los productos financieros, así como de todos aquellos productos cuya adquisición puede postergarse, como es la tecnología móvil, accesorios para el hogar o incluso la ropa.
Pepe Martínez concluye la presentación del informe considerando que, “para que se recupere la confianza en la compra de la mayoría de los productos deberá pasar tiempo o registrarse un rebote económico que ahora mismo la opinión pública no prevé”, a pesar de que “los indicadores de la economía están mostrando una recuperación, al menos, más rápida que las visiones pesimistas”.